A puertas de acabar el año, los datos de ejecución de los recursos destinados a enfrentar al fenómeno de El Niño (FEN) son mayoritariamente desalentadores. Si nos centramos en las tres principales fuentes, el programa presupuestal 0068[1], los recursos de emergencia transferidos por medio de dispositivos normativos[2] y el Fondo para Intervenciones ante la Ocurrencia de Desastres Naturales (FONDES)[3], las cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al 10 de diciembre, evidencian que la ejecución no ha ido a la par de lo esperado. Específicamente, entre el Gobierno nacional (GN), los Gobiernos regionales (GR) y los Gobiernos locales (GL), no se han ejecutado aproximadamente S/ 6,235 millones. 

En el programa presupuestal 0068, la ejecución más baja está en los Gobiernos subnacionales, pues los GR y GL presentan un porcentaje de avance de sus presupuestos del 59.6% y el 58.9%, respectivamente, frente a un 68% del GN. No obstante, si se divide el presupuesto entre aquel destinado a gastos (principalmente, las actividades de limpieza, movimiento de tierras, etc.) y obras públicas, las municipalidades muestran un rendimiento más deficiente. No solo son las entidades con el mayor presupuesto para proyectos destinados a construir capital de prevención y reparar aquel destruido (S/ 516 millones), sino que su avance es de tan solo el 50.2%. Es decir, la mitad del dinero que tenían para defensas ribereñas, muros de contención, reparación de pistas y puentes, canales pluviales, acondicionamiento de escuelas y postas médicas, etc., todavía no se usa. 

En cuanto a las transferencias de emergencia, el GN acumula la gran parte de los recursos (el 78.4%) debido a que los dispositivos normativos han ido dirigidos principalmente a entidades de mayor tamaño, como la Autoridad Nacional del Agua (ANA), ministerios o la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). De hecho, de todos los dispositivos legales, 37 corresponden al GN, 11 a los GR y solo siete a los GL. Sin embargo, el rendimiento del GN ha sido notoriamente bajo, con un porcentaje de ejecución de sus recursos del 44.5%. Las tres primeras instituciones que más transferencias recibieron fueron el Ministerio de Defensa, con S/ 892 millones; el ANA, con S/ 873 millones; y el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, con S/ 325 millones; y sus porcentajes de ejecución han sido de un 40.2%, 43.4% y 40.7%, respectivamente. 

Ciertamente, la ejecución de los GR y GL también ha sido baja (porcentajes del 37.8% y el 41.2% cada uno), pero es sorprendente que las autoridades nacionales, acostumbradas a manejar grandes cantidades de dinero y con capacidades técnicas y organizativas superiores a las de los Gobiernos subnacionales, muestren niveles similares de ejecución. La comparación con los GL es aún más preocupante, ya que gran parte de los dispositivos legales que les han transferido recursos han sido emitidos recientemente. Por ejemplo, el Decreto de Urgencia N.° 009-2023, que le ha otorgado el mayor presupuesto a los GL, con un monto de S/ 197 millones, fue emitido el 11 de abril, y su ejecución es del 74.9%; mientras que otros cuatro decretos[4] que suman S/ 302.5 millones fueron emitidos en los meses de septiembre, octubre y noviembre, y en línea con ello su ejecución es mucho menor. En cambio, el Decreto de Urgencia N.° 015-2023 y N.° 016-2023, que otorgan S/ 883.4 millones y S/ 225.7 millones al GN cada uno, fueron emitidos el mismo día en junio y su ejecución es solo del 41.6% y el 25.7%, respectivamente. 

Finalmente, la ejecución de los recursos del FONDES muestra un mejor resultado del GN, que posee un porcentaje del 78.3%, frente a un 53.1% de los GR y un 54.3% de los GL. Detrás de los buenos números del GN está la ARCC, por mucho la entidad que más presupuesto maneja del fondo, S/ 4,215 millones, y cuyo avance es del 88%. Sobre los Gobiernos subnacionales, hay que señalar que el FONDES requiere que estas entidades presenten cada proyecto que desean financiar a nivel de expedientes, por lo que existe un tiempo de espera para que tengan luz verde. Pese a esto, las distintas falencias en términos de gestión de proyectos que caracterizan a varios de los Gobiernos subnacionales muy posiblemente están jugando un rol negativo mucho más potente en el uso de los recursos del FONDES. 

De esta manera, los datos nos muestran un escenario complejo. No solo los Gobiernos subnacionales han ejecutado poco en función a los recursos que se les ha otorgado, sino que también las entidades nacionales muy importantes en el contexto del FEN han demostrado un manejo poco eficaz. Por sobre todas las cosas, lo que más destaca es, primero, que en general hemos fallado en prepararnos frente a una amenaza evidente y que conocíamos con varios meses de anticipación, y, segundo, que este no ha sido (como suele ser en varios escenarios) un tema de falta de recursos, sino de su bajo uso. Sumadas todas las fuentes de financiamiento, estamos hablando de aproximadamente S/ 16,107 millones, casi un 3% del PBI de 2022. Que con un 3% del PBI no se pueda tener éxito habla de una necesidad real de replantear cómo se administran los recursos públicos e iniciar discusiones serias sobre quién debería ejecutar qué, en aras de mejorar el resultado final que afecta al ciudadano. Si no hacemos esto, cuando sea que venga el próximo FEN —y sabemos que eso pasará sí o sí—, nada habrá cambiado.

[1] El programa presupuestal 0068 se enfoca en medidas que reduzcan la vulnerabilidad frente a desastres naturales y atender emergencias causadas por estos (como el FEN). Información sobre su ejecución se puede encontrar en el portal Consulta Amigable del MEF, en el módulo de gasto presupuestal.

[2] Los recursos de emergencia corresponden a transferencias y créditos otorgados específicamente para afrontar al FEN a distintas entidades gubernamentales. Estos recursos son adicionales a los que ya manejan estas entidades en su presupuesto. El módulo de ejecución de gasto de emergencia de Consulta Amigable monitorea esta fuente.

[3] El FONDES es una fuente de financiamiento a la que pueden optar todas las entidades del Gobierno para ejecutar intervenciones para la mitigación, capacidad de respuesta, rehabilitación y reconstrucción ante la ocurrencia de fenómenos naturales. El fondo está manejado por una comisión conformada por diversos ministerios y el Instituto Nacional de Defensa Civil, además de contar con participación de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios. El módulo de gasto del FONDES de Consulta Amigable monitorea esta fuente.

[4] Decreto de Urgencia N.° 035-2023-Art. 3.1, Decreto Supremo N.° 203-2023-EF, el Decreto de Urgencia N.° 036-2023-Art. 3.1, y el Decreto Supremo N.° 204-2023-EF.