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A siete años del TLC con China
Por ComexPerú / Publicado en Febrero 27, 2017 / Semanario 881 - Comercio Exterior
China es un
actor importante para el desempeño de la economía mundial. Según las
declaraciones de su presidente Xi Jinping —y a propósito de los anuncios del
presidente de los EE.UU., Donald Trump, respecto de su política comercial—, el
gigante asiático sería quien lidere los esfuerzos para una apertura comercial e
integración económica a nivel global.
Para el Perú,
China es un país estratégico, pues no solo se ha posicionado como nuestro
principal socio comercial, sino que, además, nos hemos convertido en uno de los
principales receptores de inversión china en Latinoamérica, con más de US$
15,000 millones, según EY. Cabe resaltar que, para alcanzar tales resultados,
el tratado de libre comercio (TLC) entre ambos países ha jugado un rol
fundamental, y el próximo 1 de marzo cumple siete años desde su entrada en
vigencia.
Perú y el dragón rojo: un beneficioso acuerdo
Gracias al TLC con
China, el Perú ha logrado posicionar sus productos en uno de los mercados más
importantes del mundo, con una población de más de 1,300 millones de
habitantes. Según cifras de la Sunat, entre 2010 y 2016, nuestras exportaciones
con destino a este mercado registraron un crecimiento acumulado del 56.1%, con
una tasa de crecimiento promedio anual del 7.7%, convirtiéndolo en su principal
destino.
Dicho resultado
se debió a una expansión de las exportaciones tradicionales, las que en el
mismo periodo aumentaron un 58.7%, equivalente a una tasa de crecimiento promedio
anual del 8%. Entre los principales productos destacaron los minerales de cobre
y sus concentrados, con un valor de US$ 5,468 millones, que representaron un
67% del total de las exportaciones tradicionales en 2016. Cabe destacar que,
actualmente, la demanda china de este metal representa
un 45% de la demanda mundial, y su recuperación hacia octubre de 2016 permitió
que su precio repunte y mantenga perspectivas positivas para 2017, lo que
beneficiaría a la industria cuprífera peruana. Destacan también, entre las
exportaciones tradicionales, las del sector pesquero, con productos como la
harina, polvo y pellets de pescado,
tercer producto tradicional exportado con US$ 714 millones (-19.4% respecto de
2015).
Por
su parte, desde la entrada en vigencia del TLC, las exportaciones del rubro no
tradicional crecieron
un 38.4% hacia 2015, aunque en 2016 sufrieron un descenso del 24.4% respecto
del año anterior. No obstante esta pronunciada caída, lograron crecer un 4.7%
entre 2010 y 2016, y destacaron las del sector agropecuario y pesquero.
Entre las
agroexportaciones destacaron las de uvas frescas, cuyos envíos pasaron de US$
7.8 millones en 2010 a US$ 53.5 millones en 2016, con una tasa de crecimiento
promedio anual del 37.8%. Entre las exportaciones del sector pesquero
destacaron los envíos de las demás jibias, globitos, calamares y potas,
congeladas, secas o en salmuera, con una tasa de crecimiento anual de 1.4%.
Asimismo, las exportaciones de otros sectores registraron un importante
crecimiento como las de maderas molduradas, que iniciaron en 2011 y pasaron de
US$ 968,969 a US$ 14.3 millones en 2016; y las de los demás cueros en estado
seco, que pasaron de US$ 10,068 a US$ 8.5 millones en el mismo periodo, con
tasas de crecimiento promedio anual del 71.3% y 284.8%, respectivamente.
Asimismo, cabe
destacar que, gracias al TLC con el gigante asiático, los bienes usados por la
industria peruana ingresaron a menores precios, lo que se traduce en productos
finales a precios más competitivos para el consumidor. Así, aunque las
importaciones de bienes de capital e intermedios se incrementaron entre 2010 y
2016 (60.1% y 57.8%, respectivamente), el monto arancelario pagado disminuyó un
86.3% y un 23.9%, respectivamente, lo que resulta de suma relevancia si tenemos
en cuenta que el 31.7% de nuestras importaciones de bienes de capital provienen
de China.
Por otro lado,
los beneficios del TLC no se limitan al ámbito comercial, pues este ha servido
como herramienta para atraer inversiones y establecer reglas claras. Según la
Agencia para la Promoción de la Inversión Privada (ProInversión), el saldo de
la inversión china como aporte de capital en el Perú sumó unos US$ 208.1
millones hacia diciembre de 2016, concentrada en los sectores minero (75.8%),
financiero (24%) y comercial (0.2%). De acuerdo con la Cámara de Comercio
Peruano China, el gigante asiático busca diversificar su inversión en sectores
como el agrícola, el pesquero-acuícola, el textil y el de confecciones,
principalmente, lo que traería efectos positivos para la economía peruana.
A siete años
del TLC, las cifras confirman que este ha traído enormes beneficios para
nuestro país, de forma contraria a lo que algunos afirmaban. La apertura
comercial funciona. Desde esta tribuna apoyamos la incansable apertura de
mercados que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo viene impulsando.
Australia, Malasia, Rusia e India son oportunidades para nuestro país. ¡Vayamos
por ellas!
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