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Asentando los cimientos del desarrollo
Por ComexPerú / Publicado en Diciembre 12, 2016 / Semanario 872 - Economía
En todo nivel de organización, una meta solo puede ser alcanzada
mediante objetivos a corto y mediano plazo bien definidos, consensuados y
realizables, a fin de que todos los miembros y actores involucrados tengan
claro a dónde se quiere llegar y que esa meta beneficiará al conjunto. Así,
para el Gobierno también es sumamente importante establecer objetivos en
aspectos clave para el crecimiento de nuestra economía en diversos sectores.
De esta manera, resulta favorable observar que en el Perú existe un
consenso sobre la necesidad de impulsar la inversión y la productividad del
capital, para generar oportunidades de mayor crecimiento económico y mecanismos
que lo canalicen hacia un mayor desarrollo y bienestar, acorde con nuestros
pares regionales. Esta apuesta por la inversión, junto con la estabilidad
jurídica del modelo económico, es decir, las relaciones Estado-privado, son
fundamentales para que el Perú alcance niveles de competitividad superiores.
Al tercer trimestre de 2016, el crecimiento del PBI fue de 4.2% con
respecto a 2015; sin embargo, la inversión privada cayó un 6.2%, según cifras
del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Además, es
importante mencionar que mientras la inversión privada no minera solo avanzó un
0.6%, la inversión pública creció un 10.1% con respecto al tercer trimestre de
2015. De esta manera, la cartera de inversión que maneja el Ministerio de
Economía y Finanzas (MEF), junto con los proyectos comprometidos de
infraestructura pública, dan señales claras de que los motores internos del
crecimiento, la productividad y la inversión, están comenzando a dar pasos
esperanzadores.
Para alcanzar los ejes de las reformas estructurales propuestos en el
Marco Macroeconómico Multianual Revisado 2017-2019, que son, el boom de la infraestructura, un shock de competitividad y la formalización,
el MEF ha implementado acciones concretas, como la reforma de ProInversión, el
fomento de obras por impuestos y la reestructuración del Sistema Nacional de
Inversión Pública (SNIP) (ver Semanarios N.° 871 y N.° 869). Con ellas, se
busca que para 2021 se registre un crecimiento real del PBI del 5%, que la
inversión privada crezca a un 7% anual y represente un porcentaje mayor al 20%
del PBI, y una formalidad laboral del 40%. Estas metas, sin duda, marcan la
cancha y crean un ambiente de negocios favorable para que todos los esfuerzos
en materia de promoción comercial y de atracción de inversión extranjera sean
efectivas.
De esta manera, en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2016,
fueron presentadas las perspectivas a futuro para diversos ministerios y
sectores empresariales; entre las cuales destacó lo expuesto por el ministro
Martín Vizcarra para el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). En
ella, el ministro aseguró que la meta del Gobierno en inversión en este sector
para 2021 es de US$ 25,000 millones.
Ambos sectores,
transportes y comunicaciones, engloban a un 49.2% de la brecha total de
infraestructura a mediano plazo 2016-2020, calculada en US$ 68,815 millones por
la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN). Por ello,
resulta importante darle especial énfasis no solo a la magnitud, sino al tipo
de proyectos estimados, ya que serán los pilares para que el Perú logre mejorar
la competitividad de su cadena logística, aumentar la conectividad, reducir la
pobreza y mejorar el bienestar a través del desarrollo económico.
De acuerdo con estimaciones del MEF, en 2016, el monto de inversión
ejecutado en infraestructura sumará casi US$ 4,700 millones. Así, como efecto
de las reformas previamente mencionadas, en 2017 este monto alcanzará los US$
6,400 millones (+36.2%) y en 2018, los US$ 7,000 millones. Por otro lado, en el
escenario activo, como lo señaló el ministro Alfredo Thorne en la CADE 2016, la
inversión en infraestructura pasará del 4.8% del PBI en 2016, a un 6.2% en 2021,
lo que contribuirá a que la productividad crezca un 1.5% anual (actualmente cae
un 0.5% anual).
A pesar de estas cifras, como afirma el ministro Vizcarra, el MTC
necesitaría un presupuesto 2.6 veces mayor al actual, de US$ 2,400 millones,
para cerrar la brecha a 2021; por ello se requiere atraer inversión privada en
telecomunicaciones, transporte y energía. En tal sentido, la meta planteada por
el Gobierno en este sector, de US$ 25,000 millones, contribuiría a cerrar en
74% la brecha en infraestructura de transportes y comunicaciones de mediano
plazo.
Por otro lado, entre los objetivos planteados por el MTC se encuentra la
creación del Viceministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones,
cuyo principal reto será repotenciar el alcance de la Red Dorsal de Fibra
Óptica lanzado por el Gobierno anterior, para que llegue a beneficiar a la
Amazonía. La inversión en este objetivo será de US$ 1,500 millones.
Como mencionamos, ha quedado marcada la cancha para las inversiones en
los sectores que más aportan a la productividad del país. Las iniciativas
planteadas serán la base para observar nuestros avances en los índices de
competitividad global, de logística para el comercio exterior y de facilidad
para hacer negocios; sin embargo, queda un amplio espacio para que el sector
privado contribuya al desarrollo del Perú.
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