Hace unos días se me encargó asumir la dirección ejecutiva de ComexPerú y quisiera agradecer el respaldo y la confianza de nuestro Consejo Directivo, por la continuidad de la gestión de la organización y de su equipo humano, que es su activo más valioso. Desde ya, un reconocimiento a todos quienes, liderados por Jessica Luna durante estos años, han puesto a nuestra institución en el lugar preponderante en el que se encuentra el día de hoy. 

Ahora toca mirar hacia adelante y superar las expectativas. Por lo pronto, se vienen dos retos en el corto plazo: APEC y las elecciones. Una vez más, nos ponemos en los ojos del mundo y traeremos al país a líderes y personalidades de clase mundial para discutir temas de trascendencia global. Eso, además de seguir generando oportunidades de atracción de inversión extranjera y de turismo. 

Del mismo modo, asumimos la responsabilidad de participar activamente en el debate de propuestas en esta coyuntura preelectoral. Siempre con evidencia y sustento, con rigurosidad, y de forma firme y propositiva; en todo momento con el ciudadano por delante. 

Después de varios años de trabajar en el sector público, me fue muy fácil entrar a ComexPerú hace casi 10 años. No solo porque comparto la visión económica de la organización, de defensa de las libertades económicas y del rol trascendente de la empresa privada como motor de la economía, sino porque también compartimos valores y principios. 

Es un honor trabajar en lo que a uno le apasiona, pero más aún hacerlo con el objetivo final de mejorar el país y con el respaldo de empresas asociadas serias y comprometidas con su desarrollo, así como directores de lujo y un equipo humano y profesional de primera. 

Desde el día uno, seguimos produciendo investigaciones sobre temas de coyuntura económica, política y social que permitan a los hacedores de política contar con mejor información para la toma de decisiones. Para ello, elaboramos propuestas de política pública y analizamos proyectos legislativos y regulatorios desde una visión de mejora regulatoria. 

Participamos en espacios de coordinación público-privados con aportes sobre lo que se debe mejorar, de una manera firme y enérgica, pero siempre propositivos. No nos quedamos en la crítica fácil, sino que vamos más allá. Aprovechamos nuestras capacidades para contribuir técnicamente y con sustento. 

Lo hacemos siempre con una mirada internacional, participando activamente en espacios empresariales internacionales, como el APEC, la Alianza del Pacífico o el Consejo Empresarial Chileno Peruano, y los demás que se den. El Perú ya está integrado al mundo. No podemos actuar sin una visión global. 

Y lo hacemos siempre con un afán de compartir con los demás las bondades de estas libertades económicas y cómo se traducen en bienestar real para la ciudadanía. Por ello, participamos activamente en los medios, mediante publicaciones, organizando eventos, siempre en todo el ámbito nacional. Desde hace unos años, nos pusimos como meta tener mayor participación en regiones fuera de Lima, y hoy es una realidad, pero es solo el comienzo. 

Hoy más que nunca necesitamos la unidad de las organizaciones empresariales de todo tamaño para sacar adelante al país. Son muchas más las coincidencias que las diferencias. Como ya lo hemos venido haciendo, estoy convencido de que podremos generar esa sintonía que permita demostrar, sin duda alguna, que la empresa privada es el motor de la economía y que se necesita un Estado que la facilite y promueva. 

Hacemos un llamado a todos para trabajar juntos por un mejor país.