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Competitividad exportadora: retos y medidas
Por ComexPerú / Publicado en Julio 10, 2017 / Semanario 898 - Actualidad
A
lo largo de los años, el comercio exterior ha beneficiado a nuestro país,
puesto que ha generado oportunidades para el desarrollo de nuestras capacidades
productivas y fomentado la expansión de nuestros mercados. Entre otros beneficios,
esta actividad permite el uso más eficiente de los recursos, fomenta la
introducción de nuevas tecnologías y promueve una mayor diversificación de
productos y servicios, así como la inclusión de diferentes métodos de
producción y prácticas organizacionales. Consciente de esto, el Perú ha
convertido al comercio exterior en uno de sus principales pilares de
desarrollo.
Contamos,
a la fecha, con 19 acuerdos comerciales preferenciales vigentes, muchos de
ellos ratificados a lo largo de la última década, tales como el Tratado de
Libre Comercio (TLC) con EE.UU., en 2009, y el TLC con China, en 2010. No
obstante, apostar por el comercio exterior no solo implica impulsar la cantidad
de transacciones bilaterales o multilaterales efectuadas con otros países, sino
también llevar a cabo una serie de acciones para mejorar la competitividad del
sector.
Uno
de los tantos puntos por mejorar es la disparidad en el desempeño exportador
según el tamaño de las empresas. De acuerdo con el Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo (Mincetur), la probabilidad de que empresas de tamaño grande
y mediano permanezcan en la actividad exportadora durante 10 años es del 59% y
el 62%, respectivamente; mientras que para empresas de menor tamaño dicha
probabilidad se reduce enormemente: 26% para las pequeñas y 3% para las
microempresas. Según el Mincetur, estas cifras se deberían a que su menor
tamaño les impide reducir sus costos de operación, al no poder aprovechar
economías de escala. Además, la informalidad continúa siendo un freno para su
crecimiento, pues no les permite obtener, por ejemplo, certificaciones de
calidad y acceso a financiamiento.
Por otro
lado, como señalamos en el artículo anterior de la presente edición, nuestro
comercio exterior se ve especialmente afectado por los altos costos logísticos.
Solo a manera de ejemplo, de acuerdo con el Mincetur, el costo logístico de la
cebolla amarilla representa un 50% del valor del producto, mientras que, en los
casos de la quinua y la uva, corresponde al 38.4% y el 32.8%, respectivamente.
Dicha situación se debería, principalmente, a la mala calidad de las vías
subnacionales (tramo chacra-centro de acopio), la inseguridad en el traslado de
la carga hacia el puerto o aeropuerto, y una gran cantidad de trabas en los
procesos de carga y descarga en los centros de acopio.
A la fecha… ¿qué se está haciendo?
Para
fortalecer la competitividad exportadora de nuestro país, ya se han aplicado
medidas. Una de ellas es el fortalecimiento de la presencia de las Oficinas
Comerciales en el Exterior (OCEX). Por ejemplo, en 2013 se implementaron 5 OCEX
y en 2014, 18 de ellas. Esto resulta importante en la medida que promueven
acciones de inteligencia comercial y de prospección de mercados, a la vez que
fortalecen la participación y presencia del Perú en negociaciones comerciales.
Otra
medida es el impulso del encadenamiento productivo internacional. Así, desde
2015, se ha puesto en marcha el Programa de Desarrollo de Cadenas de Valor
Global - sector automotriz, el cual tiene como objetivo acercar a las empresas
peruanas a la industria automotriz mexicana (ver Semanario N.° 895).
Cabe destacar que México ha alcanzado notoriedad por su crecimiento sostenido
en este sector: de acuerdo con la Organización Internacional de Constructores
de Automóviles (OICA), en 2016 produjo 3.5 millones de vehículos, séptimo a
nivel global.
En
línea con lo mencionado, se aprobó en 2015 el Plan Estratégico Nacional
Exportador (PENX) 2025, con el claro objetivo de consolidar la presencia de las
empresas exportadoras peruanas en el exterior. Así, se busca fortalecer las
capacidades empresariales exportadoras y generar una oferta exportable
diversificada, competitiva y sostenible. Al respecto, también se han elaborado
Planes Regionales de Exportación (PERX), los cuales contienen actividades
concretas a corto, mediano y largo plazo para incrementar la competitividad
empresarial y articular a actores regionales del sector público, privado y
académico.
Por
otra parte, se ha promovido el acceso al financiamiento para el comercio
exterior. Por ejemplo, actualmente existe el Programa de Apoyo a la
Internacionalización (PAI), el cual tiene un fondo de S/ 25 millones y
beneficiará a 183 empresas exportadoras de bienes o servicios. Además, a partir
de octubre del presente año, el Seguro de Crédito a la Exportación para las
Pyme (Sepymex) cubrirá las operaciones posembarque e incrementará la cobertura
al 75% para nuevos beneficiarios.
En los últimos años, el Perú
ha avanzado a pasos de gigante en materia exportadora. A pesar de esto, aún tenemos
oportunidades de mejora que el Gobierno debe aprovechar, ya que existen
evidencias de los grandes beneficios que implica un mejor desarrollo de la
competitividad exportadora. En la medida que las empresas involucradas amplíen
su mercado objetivo, se atraerá mayor inversión, se generará empleo y habrá un
impacto en las exportaciones, no solo en cuanto a la cantidad, sino a la
calidad de la oferta exportable.
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