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De Brexit a Canxit
Por ComexPerú / Publicado en Julio 04, 2016 / Semanario 851 - Actualidad
![](https://www.comexperu.org.pe/upload/images/act2-240118-050724.jpg)
La integración y facilitación del comercio internacional, así como las
inversiones entre países, han sido el resultado del proceso de globalización producido
desde hace algunas décadas. Es así que, desde mediados del siglo pasado,
proliferaron una serie de acuerdos multilaterales que han devenido en la
conformación de grupos de países convergentes con metas de desarrollo
similares.
Estos bloques económicos han servido para dirigir los flujos de
inversiones e intercambio comercial de economías en vías de desarrollo hacia
potenciales socios que aseguren una demanda por sus exportaciones. Asimismo,
también sirven para crear un mercado común que promueve la integración política
y aduanera, facilita la movilidad de capital humano y permite aprovechar los
recursos propios de una región con la finalidad de fomentar las industrias
locales. Por ejemplo, los bloques de países convergentes de Europa (la UE y la eurozona)
han logrado mantener un régimen monetario para sus miembros, en busca de facilitar
la integración económica. De forma similar, la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE) busca agrupar a países desarrollados con la
finalidad de mantener la estabilidad económica mundial, generar transferencia
tecnológica y proveer de ayuda a países en vías de desarrollo mediante
programas de financiamiento e intervención en proyectos de desarrollo.
Estas iniciativas resultan favorables para el bienestar de los países
miembros y el desarrollo de países emergentes de América Latina y el Caribe,
por ejemplo. Sin embargo, en la práctica, ¿en qué medida han logrado estos
propósitos? Por otro lado, ¿qué tanto beneficio han traído estos bloques a la
estabilidad económica y política de sus miembros?
Comunidad Andina: el
declive de esta iniciativa
En esta
oportunidad, nos centraremos en la Comunidad Andina (CAN). Desde su creación,
en 1969, la CAN ha buscado promover la integración y cooperación económica y
social para formar un mercado común latinoamericano, aunque la realidad
demuestra una situación muy distinta. En primer lugar, cabe señalar que de los
6 países que iniciaron como miembros, solo quedan 4: Perú, Colombia, Ecuador y
Bolivia. Chile y Venezuela optaron por abandonar este bloque debido a
“diferentes visiones”. Por otro lado, se crearon otros acuerdos
extracomunitarios entre países miembros y otros similares de la región, como el
Mercosur, lo que evidenciaría el fracaso en temas de integración y la falta de
una visión única de desarrollo regional. Otro aspecto importante a señalar es
que, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), la política aduanera y de exportación de servicios no ha favorecido el
comercio. Además, en aspectos políticos, el alto nivel burocrático y el vacío
de credibilidad para acatar fallos del tribunal han generado que la CAN no
tenga influencia real en las políticas de sus países miembros. Por ejemplo,
Ecuador impone barreras aduaneras importantes y proteccionistas que, a pesar de
las sanciones de los fallos del Tribunal Andino de Justicia, que en muchos
casos no han sido eliminadas (ver Semanario N.° 783).
La CAN aporta una plataforma importante para los pequeños y medianos
productores, ya que los conecta a un mercado de pequeña escala, con
características de consumo similares. Ello se demuestra en el positivo
intercambio comercial de manufacturas y textiles entre estos países, que
representa un 80% del intercambio total a 2014. Sin embargo, existen
indicadores que reflejan el declive de este bloque comercial, sobre todo para
nuestro país. A continuación, evaluaremos el saldo de inversión extranjera
directa (IED) de países miembros de la CAN hacia el Perú y la balanza comercial
de servicios.
Para poner en cifras la (poca) relevancia económica de la CAN para el
Perú, consideremos la IED. Entre Colombia, Ecuador y Bolivia, el saldo a 2015
de IED alcanza un 5.3% del total, según datos de la Agencia de Promoción de la
Inversión Privada (ProInversión). Desde 2010, esta participación ha venido
cayendo de manera sostenida y, desde inicios del milenio, han existido periodos
de desinversión, en los que el saldo de inversión de estos países ha demostrado
tasas negativas de crecimiento. A partir de estos datos, se evidencia una
inversión muy volátil e ineficiente entre países miembros de este bloque.
Otro aspecto importante a analizar es la evolución de la balanza
comercial de servicios, tópico importante en los acuerdos comerciales de la
CAN. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD, por sus siglas en inglés), los cuatro países miembros demuestran una
balanza comercial de servicios negativa, que no muestra señales significativas
de mejora.
A
partir de lo anterior, podemos inferir que las iniciativas de convergencia
entre países o bloques económicos en la región no han dado los resultados
esperados. Resulta ineficiente contar con una comunidad que integra a un grupo
reducido de países que, además, conforman otros bloques comerciales con mayor
impacto y relevancia en el desarrollo de las economías emergentes. Corresponde
al nuevo Gobierno reevaluar nuestra participación en la CAN.
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