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Desarrollo del turismo
Por ComexPerú / Publicado en Agosto 28, 2017 / Semanario 904 - Actualidad
El último reporte de
competitividad del sector turismo, elaborado por el Foro Económico Mundial
(WEF, por sus siglas en inglés), The
Travel & Tourism Competitiveness Report 2017, señala que el Perú se
encuentra en la posición 51 de 136 países. De esta manera, nos ubicamos en
cuarto lugar a nivel de Sudamérica, detrás de Brasil (27), Chile (48) y
Argentina (50). Los indicadores en los cuales nuestro país mostró un mejor
desempeño y que nos permitieron escalar posiciones en el ranking fueron, principalmente, la apertura internacional (puesto
12) y los recursos naturales (4). Por otro lado, aquellos en los que quedamos
relegados y en los que debemos enfocarnos son: (i) seguridad y protección
(108), (ii) salud e higiene (91), (iii) infraestructura aérea (73) e (iv)
infraestructura terrestre y ferroviaria (109).
Un indicador que llama
la atención es el de infraestructura aérea, pues, desde 2009 hasta 2015, el
Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH) fue elegido como el mejor a nivel
de Sudamérica, según la auditora Skytrax. Sin embargo, esta distinción se
perdió en 2016, frente al Aeropuerto El Dorado de Bogotá y, este año, el AIJCH
se vio relegado a la posición 55 a nivel mundial, por debajo de los puestos
conseguidos en 2015 (35) y 2016 (49). La principal causa de esta caída se
sustenta en que el aeropuerto ha excedido el límite de su capacidad y es
incapaz de albergar la gran cantidad de viajeros provenientes de los vuelos
nacionales e internacionales.
En el gráfico se
presenta la evolución del movimiento de pasajeros en el AIJCH, tanto para pasajeros
nacionales como extranjeros, y se puede observar una tendencia creciente, lo
que generaría preocupación sobre la capacidad del aeropuerto para operar
eficientemente. Afortunadamente, semanas atrás, el Gobierno firmó una última
adenda para la ampliación del AIJCH, cuyas obras se iniciarían en diciembre
próximo por un periodo de cinco años, con una inversión estimada de más de US$
1,500 millones. Así, nuestro principal aeropuerto podría recuperar puestos en
el ranking y ofrecer mejores
servicios en beneficio de los usuarios y de la competitividad del sector
turismo y la economía peruana en su conjunto.
Por otro lado, la
inauguración, en el primer trimestre del año, del tan esperado teleférico de
Kuélap, ubicado en el departamento de Amazonas, favorecerá al desarrollo del
sector. Según cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur),
la inversión que se realizó en este proyecto alcanzó los S/ 81 millones.
Recordemos que antes de la implementación de este sistema, el acceso a la
fortaleza de Kuélap, ubicada en la provincia de Luya, era a través de 32 km de
trocha que debían ser atravesados a pie. Hoy se cuenta con 26 telecabinas que,
en una primera etapa, transportarán 8 pasajeros cada una con un tiempo estimado
de viaje de 20 minutos y un costo de S/ 20 ida y vuelta. Esta obra beneficia no
solo al atractivo turístico de Kuélap, sino también al departamento, pues el
ahorro en energía y horas permitirá a los turistas visitar otras localidades.
Todo este esfuerzo, sin
embargo, puede verse opacado por el surgimiento de descontentos sociales, los
cuales muchas veces no son resueltos oportunamente y terminan afectando a la
población y sus actividades económicas. Un claro ejemplo de esto es lo que
viene ocurriendo en Cajamarca, cuyo PBI se ubica entre los más bajos a nivel
departamental y ha visto afectado su flujo de turistas significativamente.
Según el presidente de la Cámara Regional de Turismo, en el periodo 2010-2011,
Cajamarca registraba aproximadamente 120,000 turistas por año, número que
disminuyó a la mitad los siguientes años. Si bien en 2016 el sector creció un
15% con respecto de 2015, las protestas sociales o enfrentamientos entre el
Estado y la población por la ejecución de proyectos terminan repeliendo a
turistas, que buscan evitar situaciones de conflicto que se pueden tornar
violentas o, peor aún, provocar daños al patrimonio cultural de la localidad
donde se suscitan.
El desarrollo de infraestructura vinculada al
transporte, tanto terrestre como aéreo, dinamiza la economía, gracias a los
fuertes montos de inversión que requiere y, a su vez, favorece el movimiento
migratorio, lo que finalmente resulta beneficioso para el turismo. Asimismo,
debe promoverse la ejecución de obras que faciliten el acceso a potenciales
atractivos turísticos. Estas medidas permiten a los departamentos recibir una
mayor afluencia de visitantes y, por lo tanto, mayores ingresos por los
servicios que contraten. Finalmente, la pronta resolución de problemas en las
localidades evitará que se presenten más protestas o paralizaciones en un
futuro, ya que son perjudiciales para el turismo y el día a día de las
economías departamentales, puesto que destruyen todo el efecto positivo
generado con mucho esfuerzo por hacer atractivo a nuestro país.
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