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Educación: acceso y calidad
Por ComexPerú / Publicado en Febrero 20, 2017 / Semanario 880 - Actualidad
A
lo largo de los años, mucho se ha discutido respecto de si un mayor nivel de
ingresos asegura un mayor bienestar. Algunos miden “el estar bien” sobre la
base de contar con recursos monetarios/financieros para acceder a una canasta
básica; mientras que otros, haciendo un análisis más profundo, van más allá e
introducen aspectos que tienen que ver con el acceso a educación, salud,
infraestructura de calidad, entre otros. En nuestra opinión, consideramos que
lo principal consiste en brindar el acceso a oportunidades, más allá de
destinar recursos monetarios para “asegurar” un mayor bienestar en la
población, por lo que hacen bastante bien los Gobiernos en lograr, por ejemplo,
un mejor nivel educativo de sus poblaciones.
De
acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en su
Reporte de Crecimiento Inclusivo y Desarrollo (2017), la educación es el primer
pilar para lograr un mayor desarrollo de las economías. Esto se debe a que elevar
el nivel educativo, en la medida que esté bien implementado, permite aumentar
las capacidades y el capital humano de las naciones. En esa línea, según el
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el impacto económico de
la educación se da desde la primaria. Así, las personas con primaria tienen una
tasa de empleo adecuado del 27.1%; con secundaria, del 49.7%; con educación
superior no universitaria, del 56.5%; y con educación superior universitaria,
del 73%.
De
igual manera, un aumento del capital humano permite un aumento de la
productividad de los trabajadores, lo que se refleja en los salarios. Por
ejemplo, según cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el ingreso
mensual en Lima Metropolitana aumentó a tasas del 5% desde 2014 hasta 2016; y
durante el último año llegó a experimentar un incremento mensual del 10.3%
entre setiembre y octubre. No sorprende que, en los últimos años, el Estado
haya realizado mayor inversión pública relacionada con este sector. De hecho,
en el mismo periodo (2014-2016), el número de instituciones y programas
educativos se incrementó en el nivel básico regular en un 5.1%; en el básico
alternativo, un 62.3%; en el técnico-productivo, un 2.9%, y en el superior no
universitario, un 1.2%.
En
los últimos años, el Ministerio de Educación (Minedu) ha emprendido una serie
de acciones que han permitido mejorar el acceso a educación, así como el
rendimiento de los estudiantes. Por citar algunos ejemplos sobre los
resultados, de acuerdo con la Unidad de Estadística de Calidad Educativa del
Minedu, el número de matrículas aumentó un 2.3% en 2016 respecto de 2015.
Asimismo, según los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE),
los estudiantes con nivel satisfactorio de segundo grado, en lo que a
comprensión lectora se refiere, pasaron del 16% en 2007 al 50% en 2015; y en
matemática, del 7% en 2007 al 27% en 2015 (ver Semanario N.° 872).
Si
bien la gestión del Minedu ha logrado importantes avances, aún existen brechas por
cerrar. Por ejemplo, el gasto en este sector, a pesar de haber aumentado un 35%
entre 2006 y 2016 (2.8% a 3.8% del PBI), es aún bajo comparado con el de los
países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE
(5.5% en promedio). Asimismo, también podemos hablar de la diferencia entre los
resultados de los estudiantes del sector urbano y del rural: según la ECE 2015,
el rendimiento es mayor en el sector urbano que en el rural. Por ejemplo, para
alumnos de 2do grado de primaria, respecto a exámenes de lectura, el porcentaje
de pruebas satisfactorias fue de 55.1% en el sector urbano; mientras que en el
rural fue de 18.5%. Por otro lado, con respecto a las pruebas de matemática
rendidas, para alumnos de 2do grado de primaria, en el sector urbano, el
porcentaje de pruebas satisfactorias fue de un 29.1%; mientras que en el rural
fue de 12.3%.
De
acuerdo con el WEF, el sistema educativo debe sostenerse en tres pilares:
acceso, calidad y equidad. Se ha avanzado mucho en el acceso; por ejemplo, la
brecha urbano-rural en el número de docentes se redujo un 3% en los últimos dos
años, producto de una labor del Minedu que debemos destacar. Pero ¿qué sucede
con respecto a la calidad? Hoy por hoy, si bien existen colegios de alto
rendimiento (COAR), los cuales vienen dando buenos resultados, en promedio,
solo 3 alumnos por local escolar del sistema público acceden a ellos, lo que
representa menos del 2% del número total de estudiantes a nivel nacional que
podrían acceder a un elevado nivel de educación en sus años de secundaria. Así,
el Estado hace bien en seguir apostando por la revalorización de la carrera
docente, para que el resto de estudiantes escolares (aquellos que no cumplan
con las condiciones para acceder a un COAR) pueda acceder a una educación de
calidad (ver Semanario N.° 783).
Es indudable que
la educación es vital para el desarrollo de un país, porque incrementa el
capital humano y su productividad. Actualmente, la educación en el Perú
experimenta una revitalización gracias a las políticas implementadas por el
Minedu; sin embargo, aún queda mucho por hacer. Temas pendientes como la
calidad y la equidad en su implementación quedan por resolver. Confiamos en
que, en el marco de acciones para reformar la educación en nuestro país, se
tomen las medidas pertinentes para mejorar estos aspectos.
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