¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
EL BOOM DE LA MICROMOVILIDAD ELÉCTRICA: LIMA NO ES LA EXCEPCIÓN
Por ComexPerú / Publicado en Febrero 01, 2019 / Semanario 970 - Hechos de Importancia
Durante el último año, se ha detectado un fuerte crecimiento en la elección de alternativas de transporte eléctricas de micromovilidad, tales como scooters, skates y triciclos. Estos productos se han convertido en una opción para quienes recorren distancias cortas (entre 1 y 10 km) para ir al trabajo, la universidad, hacer compras, etc., y de esta manera se libran del tráfico que tiene atrapada a nuestra capital. Existen decenas de opciones y marcas, y el mercado continúa innovando constantemente, pues todos los meses surgen nuevas compañías que buscan desarrollar diseños que optimicen la autonomía de este tipo de vehículos. Según informan en sus portales, empresas como Volkswagen, Peugeot y Ford se encuentran también apostando por este nuevo segmento en expansión.
Lo cierto es que son opciones más económicas y menos contaminantes que el transporte convencional y transforman la manera en la que nos movemos en las ciudades. En nuestro país, las importaciones de motos eléctricas aumentaron un 241.3% en el último año, en comparación con las cifras de 2017. En cuanto a los scooters eléctricos, sus importaciones aumentaron un 231% para el mismo período. El principal país de origen es China, de donde provino el 91.6% de dichos productos, junto con Croacia, Corea del Sur y EE.UU.
El fenómeno es global y el crecimiento de estas alternativas de movilidad ha impulsado el desarrollo de startups innovadoras como las empresas Bird y Lime, las cuales ofrecen el servicio de alquiler de scooters eléctricos mediante una aplicación en la cual los usuarios tienen acceso a vehículos que incorporan tecnologías IoT (internet de las cosas), disponibles en los espacios públicos. Dichas compañías ya operan en más de 100 ciudades alrededor del mundo, tanto de EE.UU. como de Europa y Latinoamérica, entre ellas Ciudad de México y Santiago de Chile. A su vez, la empresa española Cabify planea implementar en Latinoamérica la plataforma digital Movo, similar a las anteriormente mencionadas, la cual está operando ya en Madrid. Por lo tanto, pronto podremos acceder a esta nueva modalidad de alquiler de vehículos eléctricos de micromovilidad usando una aplicación en nuestros celulares, en sintonía con las principales ciudades del mundo. Recientemente, la empresa Rappi habría anunciado el inicio de este servicio en el país.
EL EJECUTIVO PONE LA PRIMERA PIEDRA
No obstante el desarrollo inminente del mercado de vehículos eléctricos en nuestro país, el Ejecutivo habría dispuesto un primer obstáculo. Recientemente, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) emitió el Decreto Supremo 019-2018-MTC, que modifica el Reglamento Nacional de Vehículos y dicta nuevas disposiciones que limitarían el uso de estos medios de transporte.
De acuerdo con la asociación civil Regulación Racional[1], las disposiciones del MTC colocarían a los scooters, triciclos y skates eléctricos en el mismo plano que el resto de los vehículos a motor de dos y tres ruedas con velocidad máxima menor a 50 km/h, y de esta manera obligaría a los propietarios a contar con un Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat), tener placa e inscribirse en el Registro de Propiedad Vehicular. La exigencia del cumplimiento de estas tres obligaciones por parte de los usuarios de los vehículos eléctricos en cuestión resulta totalmente injustificada. La mencionada entidad señala que esta medida peca de genérica y que lo correcto hubiese sido que se defina lo que se entiende por cada tipo de vehículo y se indique con precisión cuáles estarían excluidos de su aplicación.
En ese sentido, la medida no respondería a una necesidad real de regulación, sino limitaría la demanda de este tipo de alternativas que sustituyen otras formas de movilizarnos más contaminantes, que ocupan más espacio en la vía pública y que presentan mayor incidencia en los accidentes de tránsito. Esto no quita que dichos vehículos sí deban cumplir mínimas medidas de seguridad como el uso de cascos, no manejar en las veredas y respetar las normas de tránsito.
Sin embargo, pese a la gran contribución de las alternativas de micromovilidad eléctrica, estas opciones, por sí solas, no solucionarán los grandes problemas de tránsito en ciudades como la nuestra. Una solución integral al problema pasa por acciones que tendrían que apuntar a políticas de inversión en transporte masivo de buena calidad, que sean consecuencia de una institucionalidad coordinada. La calidad de vida de millones de personas depende del desarrollo de transportes públicos eficientes, que generen ciudades realmente habitables y permitan articular estas nuevas formas de micromovilidad eléctrica, además de a ciclistas y peatones, con una amplia red integrada de transporte urbano. Los esfuerzos del MTC deben ir en este sentido y no entorpecer el uso de alternativas de transporte con regulaciones carentes de análisis de impacto regulatorio. Un reto que deberá ver, en forma prioritaria, la recientemente creada Autoridad de Transporte Urbano (ATU).
[1] Regulación Racional, Análisis del Decreto Supremo 019-2018 MTC. Disponible en https://drive.google.com/file/d/1LkpnHLilWV5F_Drh9rSRhaSFcdFEr5ow/view
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Transporte
- Importación
- Logística
FLETES MARÍTIMOS DISMINUIRÍAN POR SOBRECAPACIDAD Y MEJORA DE CONDICIONES EXTERNAS
Tras un leve repunte en las tarifas de transporte marítimo internacional, en diciembre último, las perspectivas para 2025 apuntan a la baja. Factores como el reciente acuerdo entre los estibadores y la Alianza Marítima de EE. UU., el anuncio del cese de ataques por parte de los hutíes en el mar Rojo y la creciente sobrecapacidad de las líneas navieras perfilan un escenario de estabilización en el mercado.
- Infraestructura
- Transporte
- Competitividad
- Inversión
INFRAESTRUCTURA EN EL PERÚ: EL ROL DE LA INVERSIÓN PRIVADA
La gran brecha de infraestructura existente significa una gran oportunidad para promover inversiones en todo el país. Pero este despliegue de infraestructura en el Perú enfrenta diversos retos.