¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
El cuidado del medio ambiente no debe ser una traba para la inversión
Por ComexPerú / Publicado en Abril 24, 2017 / Semanario 888 - Economía
![](https://www.comexperu.org.pe/upload/images/economia-261017-024402.jpg)
Desde la creación del Ministerio del Ambiente (Minam), en 2008, nuestro
país viene adaptando e implementando una serie de normas internas acordes con
la tendencia mundial sobre el cuidado ambiental, que ya adoptan, sobre todo,
países desarrollados. A raíz de ello, y de forma contraria a lo que muchos
creen, el Perú comenzó a elaborar distintos mecanismos y procedimientos para
asegurar un entorno sano y saludable. Uno de los más importantes, y que sirve
para controlar la emisión de elementos contaminantes, son los estándares de
calidad ambiental (ECA).
Los ECA nacionales fijan los valores máximos permitidos de contaminantes
en el aire, el suelo, el agua, el ruido y las radiaciones, y se rigen, en gran
medida, por las directrices que publica la Organización Mundial de la Salud
(OMS). No obstante, debemos advertir que, tal como indica la propia OMS, si los
parámetros no se aterrizan a la realidad de cada país, pueden resultar un arma
de doble filo para la economía y la competitividad nacional.
Es justamente esto lo que viene pasando desde el año 2009, cuando
nuestro país adoptó estrictamente los límites de la OMS para un contaminante en
particular, el dióxido de azufre (SO2), con lo que varios problemas
comenzaron a surgir en distintas industrias peruanas.
Los límites
absurdos
El Perú fijó un límite de concentración diaria de SO2 de 80 μg/m3 para 2009 y de 20 μg/m3
(de acuerdo con el valor guía de la OMS) a partir de 2014, con lo que sentenció
la capacidad productiva de nuestro país y empujó a varias industrias a trabajar
bajo permisos de “excepción”, debido a que los ECA eran imposibles de adoptar
en muchos casos, considerando una economía en vías de desarrollo como la
nuestra. Para tener una idea del impacto de colocar estos valores, es
importante notar que el valor oficial anterior (2001-2008) era de 365 μg/m3 y que, por ejemplo, en 2016, solo en el distrito de Ate,
se registraron niveles diarios de SO2 de hasta 45.9 μg/m3, por encima de los 20 μg/m3
establecidos.
Incluso, al
analizar los limites adoptados por diferentes países, podemos dar cuenta del
error que se cometió entonces. De acuerdo con el informe La calidad del aire en América Latina en 2013, elaborado por el
Clean Air Institute, en Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela, el ECA para la
concentración de SO2 diaria es de 365 μg/m3,
mientras que en México es de 288 μg/m3 y
en Colombia y Chile, de 250 μg/m3.
Más aún, en la Unión Europea, es de 125 μg/m3 y
en Canadá, de 300 μg/m3.
Esto demuestra claramente que nuestros estándares son mucho más exigentes que
en cualquier otra parte del mundo. Todo esto, a simple vista, podría parecer
una noticia bastante buena, pero la verdad es todo lo contrario, pues nos deja
en una seria desventaja frente al resto de países con industrias similares a
las nuestras, pero con estándares más ajustados a la realidad. Una desventaja
que ya nos está pasando factura.
¿Qué implica para el Perú tener que cumplir con un ECA diario de 20 μg/m3 para el SO2? En términos simples, dado que no
se cuenta con tecnología disponible para ello, varias industrias tendrían que
parar su actividad económica por ciertos periodos de tiempo, se tendría que
reducir o controlar el parque automotor en algunas ciudades, las industrias de
fundición y refinerías tendrían que cerrar, y todo lo que esto conlleva como,
por ejemplo, pérdidas de empleos directos e indirectos, menores compras de
materias primas, desaceleración de la economía, entre otras consecuencias cuyo
impacto no fue tomado en cuenta.
Precisamente, el Complejo Metalúrgico de La Oroya es un actor clave en
este problema ya que la legislación, como se encuentra, implica que el nuevo
operador que adquiera los activos de Doe Run deba alcanzar el ECA diario de 20 μg/m3, lo que resulta imposible e incrementa exponencialmente
el costo de la adquisición, y hace más difícil, por tanto, encontrar un
comprador.
Por ello, la nueva propuesta de modificación de los ECA del aire,
presentada por el Minam el 7 de abril, particularmente en lo que respecta al
incremento en el límite de concentración máxima diaria del SO2 a 250
μg/m3, resulta pertinente y apropiada
para devolverle al Perú el atractivo en sus industrias. Sobre todo, si tomamos
en cuenta que, de acuerdo con este ministerio, los últimos estudios
internacionales realizados en esta materia concluyen que no existe evidencia
sólida que permita inferir la causalidad de los efectos del SO2
en periodos mayores a 10 minutos, al igual que lo menciona, de una u otra
manera, la propia OMS en sus conclusiones del año 2005.
Con esto no queremos decir que la flexibilización del ECA del aire traerá
nuevamente el pasado contaminante de La Oroya (en su mal momento, este complejo
generaba una concentración diaria de SO2 de hasta 3,000 μg/m3) ni que se desatenderá la salud de los ciudadanos, como
mal hace en afirmar el exministro Pulgar Vidal, sino que, simplemente, traerá
los estándares a la realidad y permitirá a nuestra industria desenvolverse en
un escenario competitivo, respetando el medio ambiente.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Economía
- Competitividad
- Gobierno
DÉFICIT FISCAL DE 2024 SUPERÓ LA REGLA FISCAL Y ALCANZÓ UN 3.6% DEL PBI
En 2024, el déficit fiscal fue de un 3.6% del PBI, cifra que supera la regla fiscal establecida para ese año en 0.8 puntos porcentuales (pp). La menor recaudación esperada y el mayor gasto público fueron las razones detrás de este resultado.
- Economía
- Inversión
- Gobierno
SECTOR SANEAMIENTO LIDERA LOS PROYECTOS EN ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS ESTE 2025
Las asociaciones público-privadas son un mecanismo para mejorar la eficiencia en la ejecución de proyectos con participación privada. ProInversión, promotor de estas asociaciones, proyecta adjudicar 28 proyectos por US$ 7,634 millones al cierre de 2025, con 13 ya programados. Fortalecer estos mecanismos es clave para cerrar brechas en sectores como saneamiento y salud.