¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
EL EMPLEO SIGUE CAYENDO Y LOS JÓVENES NO SE OYEN
Por ComexPerú / Publicado en Abril 20, 2018 / Semanario 933 - Hechos de Importancia
El empleo viene cayendo desde mayo del año pasado, lo que resulta muy preocupante porque es la base no solo del ingreso de las personas, sino del consumo de las familias. Según el informe técnico “Situación del mercado laboral en Lima Metropolitana”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el primer trimestre de 2018, el empleo creció en menor medida que el desempleo. Así, en comparación con el mismo trimestre del año anterior, las personas ocupadas pasaron de 4,785,942 a 4,800,300, es decir, se incrementaron en apenas un 0.3%. Por otro lado, la tasa de desempleo de Lima Metropolitana se ubicó en un 8.1%. En términos absolutos, se estima que la cantidad de personas desempleadas pasó de 389,362 a 420,900.
Al revisar los resultados de la población ocupada con empleo adecuado, vemos que alcanzó los 3,024,000 personas, lo que evidencia una caída del 2.5% con respecto al primer trimestre de 2017; mientras que la población subempleada pasó de 1,682,100 a 1,776,000, lo que reflejó un aumento del 5.6%, debido, principalmente, al incremento del subempleo por horas (subempleo visible), que creció un 26.7% (132,700 personas). Cabe mencionar que el subempleo por ingresos (subempleo invisible) disminuyó un 3.3% (38,800 personas). En tanto, la población desocupada aumentó un 4.9%.
Asimismo, según los resultados por ramas de actividad, se registró una menor demanda de empleo adecuado en los sectores de servicios (-4.2%) y manufactura (-3.4%), mientras que, en los de comercio y construcción, la tasa de empleo adecuado aumentó un 4.2% y un 2.1%, respectivamente.
En lo que respecta a los resultados según grupo de edad, el empleo adecuado para jóvenes de 14 a 24 años cayó un 8%, mientras que, para el grupo de 45 a más años, aumentó un 4.1% en comparación con el primer trimestre del año anterior. Por otro lado, para los adultos de 25 a 44 años, cayó un 4.1%, lo que implicaría que alrededor de 76,300 personas dejaron de contar con un empleo adecuado. Dicho resultado confirmaría el impacto negativo que tendría la desaceleración económica en la generación de empleo adecuado para los jóvenes entre los 14 y 24 años, aunque no deberíamos descartar el hecho de que algunos de ellos hayan optado por emprender su propio negocio.
Ante este panorama, Carlos Parodi, investigador principal de la Universidad del Pacífico, afirma que el empleo es esencial para las personas, ya que les permite consumir; por lo tanto, la tarea del Gobierno tendría que estar orientada a aumentar el gasto de consumo. Esto pasa cuando las empresas invierten más y contratan más gente, quienes, al tener más recursos, compran más, lo que genera un círculo virtuoso de mayor inversión-empleo-consumo.
¿Cómo se puede revertir la caída del empleo? Para Parodi, el primer paso sería cambiar las expectativas, es decir, que los empresarios peruanos, sean pequeños, medianos o grandes, vuelvan a creer, para que así vuelvan a invertir. ¿Y qué pasa con la inversión pública? Según el ministro de Economía y Finanzas, David Tuesta, existe un serio problema de déficit fiscal que no soporta un mayor gasto. Para cambiar dicha situación, se estarían tomando dos medidas: la primera, eliminar gastos superfluos, en particular los gastos en consultorías de los diferentes ministerios, y la segunda, aumentar la presión tributaria, ya que actualmente es del 13% del PBI, razón por la cual, junto a Guatemala, somos el país que menos recauda en América Latina y estamos muy por debajo del promedio de la región.
No obstante, resulta anecdótico y hasta cuestionable el hecho de que, ante la generación de herramientas o medidas para estimular el empleo entre los jóvenes, sean estos, o al menos un grupo que los dice representar, quienes, azuzados por la desinformación de algunos políticos, académicos, comentaristas y campañas en redes sociales, se oponen de manera iracunda a su aprobación. Recordemos que, cuando se plantearon alternativas para impulsar la inserción de los jóvenes al mercado laboral formal, muchos de ellos marcharon en contra aduciendo "abuso" o, peor aún, "esclavitud". Finalmente, la "voluntad popular", por no decir la presión de unos y la actitud pasiva de otros, se trajo abajo tales propuestas que, si bien eran perfectibles, hubiesen sido una oportunidad para quienes no la tienen por distintos motivos o factores. En ese sentido, en adelante, toda acción de política pública que apunte a generar alternativas para el empleo juvenil debería ir acompañada de una estrategia que involucre a todos los actores, y así ejercer el imperio de la ley en beneficio de este grupo y de la economía en su conjunto.
Año tras año, cientos de miles de jóvenes salen al mercado laboral en busca de un empleo adecuado. Con una tasa de crecimiento del 2.5%, estamos condenando a muchos de ellos al subempleo. Por ello, es primordial retomar un crecimiento por encima del 4%, que se obtendría con una mayor inversión, tanto pública como privada, a fin de asegurar puestos de trabajo formales para la masa de jóvenes en su búsqueda.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Economía
- Actualidad
- Gobierno
¿EL COMERCIO INTERNACIONAL ESTÁ EN RIESGO?
Los recientes anuncios relacionados con políticas arancelarias en EE. UU. podrían generar un impacto económico considerable en América Latina, según estimaciones de Moody’s Analytics. Las medidas no solo ralentizarían el crecimiento de las exportaciones e importaciones de la región y el mundo, sino que también contribuirían a una mayor presión inflacionaria. El riesgo de una guerra comercial prolongada amenaza con debilitar aún más la estabilidad económica de la región.
- Empleo
- Economía
- Competitividad
PERUANOS QUE EMIGRAN: ¿NUEVO MÁXIMO HISTÓRICO?
La falta de confianza en el desempeño económico y social del país motiva a más peruanos a buscar oportunidades en el extranjero. Hasta la primera mitad de 2024, se registraron más de 184,000 compatriotas que partieron en 2023 y acumularon al menos un año sin volver al Perú, según recientes estimaciones del INEI.