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El impacto de la FED en el Perú
Por ComexPerú / Publicado en Octubre 16, 2017 / Semanario 910 - Economía
A fines de 2007, ante
la crisis financiera desatada en EE.UU., la Reserva Federal de ese país (FED)
implementó una serie de políticas que consistían en la compra de activos,
específicamente bonos del tesoro y valores respaldados por hipotecas (MBS, por
sus siglas en inglés), los cuales eventualmente incrementaron su balance sheet[1] a US$ 4.5
billones, con la finalidad de inyectar dinero en la economía. Este programa,
conocido como Quantitative Easing (QE), tuvo como objetivo estimular la
economía norteamericana a través del aumento de la masa monetaria y, con ello,
el incremento de créditos bancarios, manteniendo una tasa de interés muy baja
en el largo plazo. De hecho, fue una acción arriesgada, pues no existía evidencia
teórica que justificara la aplicación de dicho programa; sin embargo, en la
práctica funcionó.
Actualmente, 10 años
después de la implementación de tal política, la FED quiere comenzar a retirar
el estímulo. En marzo, los oficiales de esta entidad dieron a conocer un plan
para la reducción gradual (-US$ 50,000 millones por mes) del balance sheet, y así lograr que este
bordee los US$ 3 billones para 2020. Se dejó abierta la posibilidad de hacerlo
a través de 2 mecanismos: i) vender activos o ii) no reinvertir las ganancias
de los bonos que eventualmente vencerían.
El 20 de setiembre
último, la FED dio a conocer que, a partir de octubre, se daría inicio a la
reducción mencionada, pues ya no sería necesario un estímulo tan grande para la
economía norteamericana ante la evidencia de un aumento del empleo y un
crecimiento sostenido. El mecanismo más viable para cumplir con lo anunciado
sería el segundo expuesto, ya que el primero haría que los precios de los bonos
se reduzcan y, consecuentemente, se eleven drásticamente las tasas, lo que
crearía una volatilidad no deseada. Esto significa que la FED ya no reinvertirá
en los bonos del tesoro y, por ende, no inyectará más dólares en la economía.
En consecuencia, se observará una contracción de la oferta monetaria americana,
lo cual conllevaría, en un futuro próximo, a la depreciación de las monedas en
el mundo, incluido el sol.
BCRP en acción
Desde la promulgación
en 1993 de la ley orgánica que le otorgó autonomía al Banco Central de Reserva
del Perú (BCRP), el objetivo principal de este ha sido preservar la estabilidad
monetaria estableciendo metas de inflación entre el 1% y el 3%. Bajo esta
línea, el BCRP realiza operaciones cambiarias (compra y venta de dólares en
este caso) con el fin de reducir la volatilidad del tipo de cambio nominal (TC)
y así suavizar las fluctuaciones del mismo, lo que evita efectos bruscos en la
economía. Ello no quiere decir que el banco central fije un TC, ya que ello no
sería consistente con la meta de inflación, sino que mantiene la tendencia.
Ante los incrementos de
la tasa de política monetaria de la FED, que le otorgan mayor rentabilidad al
dólar y hacen que los capitales migren a EE.UU., y las futuras reducciones del balance sheet a partir de este mes, el
TC debería mostrar una tendencia al alza para fines de 2017. Ahí es cuando el
BCRP interviene y vende dólares, de tal manera que este incremento del TC
(depreciación del sol) no sea brusco. Esta intervención se debe a que la
economía peruana posee una dolarización financiera parcial, por lo que, si
surge un aumento repentino del TC, los agentes económicos que tienen deudas en
dólares no se ven perjudicados. Un claro ejemplo se muestra en el gráfico:
entre 2008 y 2010, el BCRP compró muchos dólares, debido a la masiva entrada de
capitales golondrinos que buscaban rentabilizar su inversión en países
emergentes como el Perú, a partir de la crisis financiera desatada en EE.UU. y
propagada por todo el mundo.
No obstante, cabe
destacar que, a lo largo de 2017, el TC se ha mantenido estable dada la
incertidumbre política que se vivía en EE.UU., la cual impedía que los
capitales regresen a ese país y se produzca un ajuste de portafolio, incluso
aunque la tasa de referencia esté aumentando. Sin embargo, cuando todo se
estabilice y después de que empiece el recorte del balance sheet, así como los posteriores aumentos de la tasa de
referencia de la FED a lo largo del 2018, esta tendencia al alza del TC se hará
más notoria, ya que los capitales estarían tentados a trasladarse hacia los
EE.UU.
La FED tomará acciones que repercutirán en
nuestro país, a través del TC. No obstante, el BCRP cuenta con mecanismos, como
las operaciones cambiarias, que garantizan que las fluctuaciones del mismo no
sean bruscas. Es claro que ante una subida en el TC, el sector exportador se
encontrará en una mejor posición que el importador, en tanto recibirían más
soles por dólar, mientras que el segundo necesitaría más soles para importar.
Sin embargo, esta no debería ser una “preocupación” de los agentes que intervienen
en el desarrollo del comercio exterior, sino enfocarse en mejorar la
competitividad de la cadena, tanto exportadora como importadora.
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