El año 2020 implicó muchos retos y aprendizajes, cambios en los patrones de consumo y las formas de trabajo, tanto a nivel nacional como mundial. Como consecuencia, en lo que respecta al comercio exterior, no solo las exportaciones peruanas fueron afectadas, sino también la composición de nuestras compras al mundo. En primer lugar, entre enero y febrero de 2021, las importaciones peruanas sumaron US$ 7,265 millones, un 3.5% por encima de lo importado en el mismo periodo de 2020. 

En cuanto a los países de origen, China se posicionó como el principal proveedor, con US$ 2,145 millones, un 29.5% del total importado, seguido por EE. UU., con US$ 1,495 millones (20.6%). Les siguen Brasil, con US$ 490 millones (6.7%); México, con US$ 278 millones (3.8%), y Argentina, con US$ 198 millones (2.7%). Cabe mencionar que nuestras importaciones provenientes de China y Brasil fueron las de mayor dinamismo, con aumentos del 12.9% y el 34.6%, respectivamente, en comparación con el primer bimestre de 2020; mientras que las importaciones argentinas sufrieron un decrecimiento del 40.1%.

Asimismo, en lo que respecta a la estructura de nuestras importaciones, las de bienes intermedios representaron un 46% del total importado (US$ 3,346 millones); las de bienes de capital, un 31.9% (US$ 2,316 millones), y las de bienes de consumo, un 22.1% (US$ 1,603 millones).

En cuanto a las importaciones de bienes intermedios, estas crecieron un 3.7%, y fueron las materias primas para la industria las que fomentaron dicho resultado, con un valor importado de US$ 2,294 millones y un crecimiento del 16.9%. Por su parte, las de combustibles, con un valor de US$ 802 millones, cayeron un 20.3%, y las de materias primas para la agricultura, con US$ 250 millones, retrocedieron un 3.2%.

En el caso de las importaciones de bienes de capital, estas aumentaron un 6.7% más que en el periodo enero-febrero 2020, lo cual se explica principalmente por las importaciones de bienes de capital para la industria, cuyo valor alcanzó los US$ 1,571 millones y crecieron un 8.8%. Les siguen los equipos de transporte, con un valor de US$ 462 millones y un avance de 3.2%. Los materiales de construcción alcanzaron los US$ 250 millones, con un retroceso del 2.8%, y los bienes para la agricultura se valorizaron en US$ 33 millones, con un incremento del 61.4%. 

Por su parte, las importaciones de bienes de consumo retrocedieron un 0.8%, las de bienes duraderos crecieron un 2.8%, con un valor de US$ 719 millones, y las de bienes no duraderos sufrieron un retroceso del 3.5%, con US$ 883 millones.

Entre los principales productos de importación se encuentran los aceites crudos de petróleo, con un valor importado de US$ 220 millones (-32.7%); el diésel 2, con US$ 203 millones (-21.3%); los celulares, con US$ 212 millones (+51.2%); el maíz duro amarillo, con US$ 186 millones (+62.7%), y las laptops, con US$ 160 millones (+141.3%). Otros productos que también obtuvieron resultados favorables fueron los demás elevadores o transportadores, de banda o correa, que alcanzaron US$ 71 millones (+150.3%); los tractores de carretera para semirremolques, con US$ 40 millones (+147.3%); las motocicletas y velocípedos con motor de embolo alternativo, con US$ 66 millones (+133.2%), y los demás medicamentos para uso humano, con US$ 55 millones (+12.7%). 

En el Semanario 1066 señalamos que, en enero de este año, aún se presentaba una caída en el valor de las importaciones, entre los que únicamente los bienes de capital presentaron un ligero crecimiento. Sin embargo, las cifras que dan cuenta de las importaciones del mes de febrero son alentadoras, puesto que se evidencia un aumento en los valores importados en los tres subsectores respecto del mismo mes de 2020.

Las importaciones juegan un importante rol como parte del desarrollo y el crecimiento económico del país, puesto que fomentan la competitividad de nuestra industria, así como brindan alternativas de consumo para todos.

La dinámica del comercio exterior es de ida y vuelta, tanto el flujo de nuestras exportaciones como el de nuestras importaciones aportan al desempeño de la economía. La política comercial de apertura e integración comercial con el mundo ha dado resultados, por lo que debemos rechazar toda iniciativa que pretenda limitar o entorpecer el acercamiento a ese gran mercado que es el mundo.