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LA REACTIVACIÓN DE NUESTRO COMERCIO EXTERIOR PASA POR EL DESARROLLO DE LA INFRAESTRUCTURA, LA LOGÍSTICA Y LLEGAR A MÁS MERCADOS
Por ComexPerú / Publicado en Noviembre 27, 2020 / Semanario 1053 - Comercio Exterior
![](https://www.comexperu.org.pe/upload/images/sem-1053-comercio-exterior-271120-015710.jpg)
Poco a poco, nuestras exportaciones están recuperándose del duro golpe que ha significado la pandemia de la COVID-19. Ya a partir de mayo nuestros envíos al mundo empezaron a subir, con un comportamiento similar en agosto y setiembre a lo ocurrido en dichos meses de 2019, según datos de la Sunat. Pero es claro que aún estamos lejos de los niveles del último trimestre del año pasado. ¿Cómo acortar esta distancia lo antes posible? Mediante medidas de envergadura que repotencien el sector.
Una de ellas debe ser impulsar el desarrollo de la infraestructura, empezando por nuestros puertos. Grandes inversiones en este sector involucran mayor capacidad en términos de tipo, tamaño de carga y naves que podemos manejar. Ejemplos concretos de estas ganancias son el Terminal Portuario de Salaverry y el Terminal Portuario General San Martín-Paracas, que experimentaron importantes niveles de carga durante la cuarentena, gracias a inversiones recientes que corresponden a las primeras etapas de sus concesiones (ver Semanario 1041).
En ese sentido, los proyectos pendientes más cruciales son la ampliación del Terminal Norte Multipropósito (que aún requiere una nueva adenda) y el Terminal de Contenedores Muelle Sur, incluidos en el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad, cuya inversión equivale a S/ 5,102 millones. Pero también se debe promover el desarrollo portuario fuera del Callao, tanto en los terminales concesionados como en otros proyectos: el Puerto de Chancay o el Terminal Portuario de Ilo, así como dar énfasis a la utilización del cabotaje.
A su vez, se debe asegurar el avance continuo de otros proyectos, como la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y la modernización de los aeropuertos regionales concesionados; al igual que el inicio de proyectos como el antepuerto del Callao, los truck centers, el ingreso de la vía férrea al puerto del Callao o la concesión del tercer grupo de aeropuertos regionales. Esta es infraestructura necesaria no solo para dinamizar el movimiento de bienes hacia dentro y fuera del Perú, sino para mejorar la eficiencia del transporte.
A ello hay que sumar los proyectos de infraestructura que aumentarían nuestra capacidad productiva y de envíos al exterior. La tercera etapa de Chavimochic y la segunda etapa de Majes-Siguas son los grandes “debe” en dicho apartado, pues hace años que se encuentran paralizados, por lo que es una prioridad lograr su destrabe.
Por otro lado, existen diversas medidas pendientes que apuntan a mejorar el desempeño logístico de nuestro comercio, muchas de las cuales se encuentran en el objetivo prioritario siete del Plan Nacional de Competitividad para la Productividad. Por ejemplo, profundizar la seguridad de la cadena logística, siendo el caso principal el corredor puerto-aeropuerto del Callao; la ampliación del programa operador económico autorizado, que incluye mayores facilidades y la inclusión de las entidades de control sanitarias (para las cuales también se espera su estandarización normativa y la reingeniería de sus procesos); la implementación de ventanillas únicas en los sectores acuícola, agrario y turismo, al igual que de la ventanilla única de comercio exterior (VUCE) 2.0; el desarrollo del proyecto de puerto digital Port Community System para el puerto del Callao; etc.
Cabe señalar también el trabajo relacionado con la primera Encuesta Nacional Logística, que permitirá sentar la línea base sobre los costos logísticos en el Perú, lo que servirá para la generación de nuevas políticas públicas. Respecto de las medidas aduaneras, debe culminarse la digitalización de todos los procesos de importación y exportación, pero están pendientes los temas de fiscalización y normativa.
Finalmente, siempre existe la tarea de aumentar nuestra presencia en los mercados internacionales. En dicho ámbito, se debe continuar las negociaciones con la India, el séptimo destino de nuestras exportaciones en 2019. Se trata de uno de los mercados más grandes en el mundo, pero en el que actualmente nuestras exportaciones enfrentan elevados aranceles. Un eventual tratado de libre comercio Perú-India expandiría las oportunidades para nuestros principales productos no tradicionales enviados a dicho mercado, como el cacao, las uvas frescas y la harina de pescado, al igual que otros 251 productos con potencial de los sectores pesquero, agrícola y químico inorgánico (ver Semanario 1044). Al mismo tiempo, requerimos ratificar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), el cual potenciaría el comercio del Perú con 11 economías y facilitaría el acceso preferencial de nuestros productos a cuatro nuevos países (Nueva Zelanda, Brunéi, Vietnam y Malasia) (ver Semanario 1047).
Estos son los puntos clave para la reactivación de nuestro comercio exterior, que no solo permitirán dar un nuevo impulso en el corto plazo, sino que también mejorarán la competitividad de todo el sector. Esperamos que el actual y próximo Gobierno apunten a encaminar y ejecutar las medidas señaladas con prontitud.
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