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LAS CONEXIONES DE INTERNET FIJO HAN AUMENTADO UN 24.7% ENTRE EL CUARTO TRIMESTRE DE 2019 Y EL SEGUNDO TRIMESTRE DE 2021
Por ComexPerú / Publicado en Octubre 29, 2021 / Semanario 1096 - Actualidad
Debido a las restricciones generadas por la COVID-19, contar con internet se volvió una necesidad más que esencial para el desarrollo de la vida cotidiana. Como consecuencia, luego de caer en el último trimestre de 2019, y solo crecer un 1% en el primero de 2020, el número de conexiones de internet fijo aumentó un 7.6% en el segundo trimestre del último año, de acuerdo con cifras de Osiptel.
Tras ello, las conexiones han crecido a un ritmo trimestral promedio del 4.3% hasta el segundo trimestre de 2021. En dicho periodo, las conexiones de internet fijo fueron un 24.7% mayores respecto del cuarto trimestre de 2019.
Las conexiones que abarcan un mayor rango de velocidad son las que han comandado este crecimiento. Así, las conexiones con una velocidad mayor o igual a 16 megabits por segundo (Mbps) pasaron de alrededor de 1.5 millones en 2019-IV a 2.6 millones en 2021-II (+78.3%); mientras que las conexiones de menor velocidad han caído.
La marcada diferencia entre las conexiones ha generado que aquellas con una velocidad mayor o igual a 16 Mbps representen el 87% del total (frente al 60.7% en 2019-IV). Esto no es una sorpresa, pues para enfrentar los quehaceres del teletrabajo, la teleducación, etc., muchos debieron incrementar la calidad de su conexión. De esta manera, podríamos afirmar que contar con un internet estable y de alta velocidad se ha vuelto “lo mínimamente necesario” debido a la pandemia.
Esta situación también se observa cuando desagregamos los datos a nivel departamental. Si comparamos el porcentaje de conexiones con una velocidad mayor o igual a 16 Mbps entre el cuarto trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2021, encontramos que hubo un aumento considerable en todos los departamentos. Con excepción de dos, el resto cuenta con un porcentaje de conexiones con este rango de velocidad por encima del 70%. De hecho, la gran mayoría de departamentos cuenta con un porcentaje mayor al 80%, y un número considerable inclusive está cerca, o por encima, del 90%.
Ahora bien, estos resultados claramente no abarcan el panorama completo respecto de la cobertura de internet en el país. Es probable que en departamentos con mayor densidad poblacional y actividad económica (por ejemplo, Lima), el crecimiento del internet de mayor velocidad se haya distribuido a lo largo de su territorio; mientras que, en aquellos con mayores limitaciones geográficas y menor desarrollo, se haya concentrado en alguna parte.
Para dar más luz a este asunto, utilizamos la Encuesta Nacional de Hogares para evaluar cómo ha variado el porcentaje de hogares con acceso a internet en el Perú. Siete departamentos de la costa cuentan con una cobertura de internet mayor al 50% de los hogares. Probablemente, estos tuvieron el aumento más “equitativo” en el internet de alta velocidad.
Respecto del resto, sobresalen los casos de Madre de Dios, Junín, Cusco, San Martín, Pasco y Ayacucho, departamentos que han dado saltos de más de 20 puntos porcentuales, al lograr coberturas de entre el 40% y el 60%. Dado que en todos estos el porcentaje de conexiones de alta velocidad es mayor al 80%, podríamos inferir que son los que más se han beneficiado por medio de nuevas conexiones. Es decir, no solo se ha cubierto una mucho mayor población, sino que se ha logrado otorgarles un servicio acorde con las necesidades actuales.
Finalmente, resaltamos a Puno, Huancavelica y Loreto como aquellos con peor rendimiento. El primero, pese a contar con el 86.5% de conexiones con una velocidad mayor a 16 Mbps, cuenta con una cobertura de tan solo un 26% de los hogares. En Huancavelica, solo un 41.3% de conexiones posee la velocidad más alta, y su cobertura es la menor en el país, un 19.5%. Por su parte, Loreto posee el peor porcentaje de conexiones de alta velocidad, un 29.5%, y una cobertura del 32.9%.
La evidencia muestra que, a pesar de que actualmente casi todas las conexiones de internet poseen una velocidad alta, el acceso a estas es dispar y, pese a ciertos avances notorios, la población de la sierra y la selva del país es la que menos se ha beneficiado.
Corregir esta situación requiere, por supuesto, de un impulso para las inversiones de telecomunicaciones. Pero ello no solo debe pasar por la labor del Estado, ya que en dicho apartado se han presentado varias ineficiencias, por ejemplo, en la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (ver Semanario 1068) y los proyectos regionales de banda ancha (ver Semanario 1049).
Se necesita un ambiente que promueva la inversión de las operadoras, con un marco regulatorio moderno y que se base en un actuar constante entre el sector público y privado. Y, a su vez, el Estado requiere una estrategia eficiente para cubrir las zonas más alejadas y en las que es un reto operar. Sin estos requisitos, es poco probable que las cosas cambien.
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