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¡Los TLC sí funcionan!
Por ComexPerú / Publicado en Enero 16, 2017 / Semanario 875 - Comercio Exterior
Recientemente,
la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan) ha reiterado su
posición en contra de los tratados de libre comercio (TLC), herramientas de
apertura comercial que el Perú viene impulsando y adoptando a lo largo de la
última década y que han beneficiado a miles de peruanos. Según recientes
declaraciones de su presidente a los medios locales, los TLC no favorecen ni
las exportaciones ni la creación de empleo. Nada más alejado de la realidad,
pues estos acuerdos no solo han permitido ampliar nuestra oferta exportable y
mejorar el acceso a importantes mercados de nuestros productos frente a sus
competidores, tras la eliminación de barreras arancelarias, sino que, además,
han impulsado la capacidad productiva de las empresas peruanas, al permitirles
generar importantes ahorros en la importación de materia prima y bienes de
capital, lo que las ha hecho más competitivas. Y algo no menos importante, han
generado empleo y contribuido a la reducción de la pobreza.
Así,
según información del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur),
gracias a los 18 acuerdos comerciales con los que contamos, que incluyen
beneficios por parte de 53 países, el Perú exporta más de 4,500 productos al
mundo. Asimismo, 15 productos peruanos ocupan los primeros 6 lugares del ranking mundial exportador, entre los
que destacan productos del sector agrícola no tradicional como los espárragos,
las paltas y los mangos, que difícilmente serían competitivos sin las
condiciones de acceso que se obtienen a través de los acuerdos comerciales.
Cabe
destacar que, en los últimos años, nuestras exportaciones crecieron a una tasa
promedio anual del 3.9%. Más aún, las exportaciones no tradicionales, aquellas
que incorporan un mayor valor agregado y generan más empleo, lo hicieron a una
tasa del 8.4%, es decir, un crecimiento acumulado del 41.6% y 107.5%
respectivamente, según cifras de la Sunat, lo que claramente contradice lo
expuesto por Adifan.
El dinamismo
y crecimiento de las exportaciones peruanas se debe principalmente a la
política de apertura comercial adoptada por nuestro país, en la cual los
acuerdos comerciales han jugado un importante rol. Así, desde la entrada en
vigencia del TLC con EE.UU. (2009) y China (2010) hasta noviembre de 2016,
nuestras exportaciones a dichos mercados —nuestros principales socios
comerciales y que representaron un 40% del mercado— crecieron un 27.5% y un
56.1%, respectivamente. Más aún, gracias al TLC Perú-EE.UU., nuestras
exportaciones no tradicionales hacia dicho país crecieron un 91.7%, y lo
ubicaron como su principal destino. Cabe resaltar que, en el periodo
enero-noviembre de 2016, dicho país representó un 57% y un 30% del mercado,
para los sectores textil y agropecuario, respectivamente.
Precisamente, este último se ha visto ampliamente beneficiado por una
adecuada gestión de los acuerdos comerciales. En 2015, las agroexportaciones se
posicionaron como el segundo sector exportador, con un 86% que correspondió a
envíos del sector no tradicional, los cuales en su mayoría provinieron de la
agricultura moderna. Según
APOYO Consultoría, en este sector, el empleo logró duplicarse al pasar de
433,000 puestos de trabajo en 2004 a 822,000 en 2014; así, se estima que en
este periodo se generaron más de 400,000 puestos de trabajo directos formales y
cerca de 900,000 indirectos. Asimismo, se reportó que la incidencia de la
pobreza entre los trabajadores del sector se redujo considerablemente, pues los
trabajadores no pobres pasaron de un 31% a un 72%, mientras que los pobres
extremos pasaron del 12% al 3%. Si bien este y otros sectores vinculados con
las exportaciones enfrentan importantes retos, como la relación entre su
desempeño y la demanda global, afirmar que los acuerdos comerciales no
contribuyen a la generación de empleo está alejado de la realidad.
De igual
forma, el beneficio de los acuerdos comerciales se extiende también a las
importaciones. Por ejemplo, alrededor de un 30% de las compras de bienes de
capital para la industria provienen de China y un 17% de EE.UU., y gracias a
los TLC estos ingresan a nuestro país libres de aranceles o con alguna
preferencia. Tan solo a dos años de vigencia de ambos acuerdos, el monto pagado
por aranceles disminuyó un 15% y un 47%, respectivamente. Así, miles de
empresas peruanas, en especial las pequeñas y medianas, se benefician al
generar importantes ahorros que se traducen en menores precios de sus
productos, lo que, a su vez, beneficia al consumidor nacional.
Un análisis que
solo toma en cuenta la balanza comercial carece de sentido técnico. Los TLC no
solo nos permiten ampliar nuestras exportaciones, sino que sirven para atraer
inversiones y establecer reglas claras. Sacar provecho de ellos depende de
nosotros, pues la mejora de la competitividad depende también de las políticas
internas que se apliquen para explotar su potencial. No solo contamos con un
equipo negociador de primera en el Mincetur, que posee la experiencia para
diseñar acuerdos comerciales que benefician a los peruanos, sino también el
sector privado ha demostrado su capacidad para aprovecharlos. Las cifras no
mienten, los TLC sí funcionan.
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