¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
OTRA VEZ EL PROTECCIONISMO
Por Jessica Luna / Publicado en Julio 03, 2020 / Semanario 1032 - Editorial
El Ministerio de la Producción (Produce) ha solicitado al Indecopi iniciar una investigación para aplicar una salvaguardia (aumento de aranceles a todos los países) a las importaciones de textiles y confecciones. ¿Ha realizado Produce alguna evaluación técnica que sustente dicho pedido, analizado los efectos de esta medida en los consumidores o solo hace suyos intereses particulares de un sector empresarial?
En su carta, el ministerio solo indica que la industria textil y confecciones viene atravesando una difícil situación y que las empresas tienen bajos niveles de productividad y limitaciones de financiamiento. No se incluye ningún argumento que justifique una medida de este tipo, la cual se debe aplicar cuando existe un aumento de las importaciones y que este cause un daño a la producción nacional. Además, el sector textil ha manifestado que durante la pandemia las importaciones representaron el 85% del mercado total, lo cual inundó el mercado interno, y que existiría subvaluación.
Vamos punto por punto. Primero, es cierto que el sector textil peruano ha perdido competitividad en los últimos años, su producción se ha contraído de manera sostenida y han caído los empleos, así como su importancia dentro del sector manufactura. Las causas de esto, como bien señala Produce, son la baja productividad y las limitaciones de financiamiento. A ello se suma que los centros de producción global de textiles se han trasladado a países de Asia y Centroamérica con ventajas competitivas, como menores costos laborales y mayor eficiencia productiva. ¿El aumento de aranceles y la protección frente a la competencia global van a solucionar los problemas estructurales del sector textil? Queda claro que no.
Donde debemos enfocarnos es en mejorar la productividad del sector a través de la eliminación de trabas burocráticas, la innovación tecnológica, la asociatividad, la reducción de costos logísticos, la apertura comercial y la búsqueda de nichos de mercados, los encadenamientos productivos, entre otros aspectos.
Segundo, las importaciones de textiles y confecciones cayeron un 18% en el periodo enero-abril. Las importaciones procedentes de China cayeron un 17% y las de India, un 23%. Es decir, las importaciones no subieron ni “inundaron” el mercado peruano, como señalan los empresarios del sector, sino que cayeron.
Tercero, si existe subvaluación esta debe ser sancionada y abordada con los mecanismos adecuados, ya que esta constituye un delito aduanero y tributario. Una medida de salvaguardia no está diseñada con ese fin.
Está claro que, nuevamente, el sector textil pide proteccionismo artificial, tal como lo ha hecho en los últimos 10 años en busca de medidas antidumping, aranceles específicos y salvaguardias que no mejoraron su productividad. Por el contrario, estas medidas solo benefician a un grupo de empresarios, pero generan un enorme costo que pagamos los ciudadanos por los mayores precios de los productos.
Impulsemos la competitividad. No podemos avalar los intereses particulares de algunos empresarios que aprovechan una coyuntura difícil y lanzan anuncios oportunistas y populistas. ¡El proteccionismo lo pagamos todos!
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Importación
- Exportación
INTERCAMBIO COMERCIAL ENTRE EL PERÚ Y EE. UU. SUMARÍA MÁS DE US$ 19,200 MILLONES EN 2024
EE. UU., segundo socio comercial del Perú, figura como principal receptor de nuestras exportaciones no tradicionales y proveedor de bienes intermedios que impulsan el desarrollo de nuestros sectores económicos.
- Comercio Exterior
- Economía
- Actualidad
- Gobierno
¿EL COMERCIO INTERNACIONAL ESTÁ EN RIESGO?
Los recientes anuncios relacionados con políticas arancelarias en EE. UU. podrían generar un impacto económico considerable en América Latina, según estimaciones de Moody’s Analytics. Las medidas no solo ralentizarían el crecimiento de las exportaciones e importaciones de la región y el mundo, sino que también contribuirían a una mayor presión inflacionaria. El riesgo de una guerra comercial prolongada amenaza con debilitar aún más la estabilidad económica de la región.