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PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD REGIONAL: INFORMALIDAD CRECE A 12.9 MILLONES DE EMPLEOS AL CIERRE DEL AÑO PASADO
Por ComexPerú / Publicado en Abril 01, 2022 / Semanario 1114 - Actualidad
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la recuperación de los empleos tras la pandemia se caracteriza por un aumento de la informalidad. Tanto es así que, según estimaciones de la misma institución, desde mediados de 2020 hasta el primer trimestre de 2021, aproximadamente el 70% de los empleos generados en varios países[1] de la región América Latina y el Caribe pertenecieron a la informalidad.
Lamentablemente, al cuarto trimestre del año pasado, esto continuó sucediendo en el Perú, hasta registrarse un total de 12,897,982 empleos informales a nivel nacional, lo que significó un mayor dinamismo en la creación de estos puestos de trabajo. Si se compara el aumento visto entre el tercer y el cuarto trimestre de 2021 versus el registrado en los mismos periodos del 2019 (época prepandemia), notamos un aumento importante de empleos informales. Así, hacia el último trimestre del 2021, hubo 91,582 empleos informales más que los registrados durante el mismo periodo de 2019, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho). Cabe resaltar que este resultado también se posiciona como el más elevado de los últimos años.
Por su parte, la tasa de empleo informal mantiene una reducción continua desde comienzos del año pasado hasta alcanzar un valor del 73.4% durante el cuarto trimestre, lo que iguala los resultados del mismo periodo de 2020. No obstante, inclusive sin considerar que esta menor tasa esconde un incremento considerable de empleos informales entre ambos periodos (849,597 empleos), dicho resultado significa que desde 2010 este indicador solo disminuyó 3.6 puntos porcentuales (pp.) (ver Semanario 1073).
Respecto de los niveles prepandemia, la tasa de informalidad laboral en nuestro país, en el cuarto trimestre del año pasado, superó en 1.8 pp. los resultados del mismo periodo de 2019. Esto representa una pérdida de competitividad con respecto a otros países de la región que mantienen tasas muy por debajo de lo registrado en el Perú. Por ejemplo, a pesar de los ligeros incrementos del año pasado, en México descendió al 55.9% (-0.2 pp. respecto a 2019) y en Chile, al 28.3% (-0.1 pp.), mientras que en Colombia aumentó al 48% (+0.4 pp.), según sus respectivas entidades oficiales de estadística.
¿POR QUÉ LA INFORMALIDAD PERUANA CONTINÚA AL ALZA?
Es importante resaltar que el incremento registrado en nuestro país es motivado por diversos factores, pero, sobre todo, por la dificultad para la creación de empleo de calidad. Una prueba de ello es que, como ya advertía el Reporte de Competitividad Global de 2019, el Perú se caracteriza por pésimas prácticas de contratación y despido, tanto que en este pilar obtuvo el puesto 134 de 141 economías evaluadas. En contraste, en el mismo reporte, México alcanzó la posición 107; Colombia, la 117, y Chile, la 124. Es decir, si bien tampoco sobresalieron en este aspecto, superaron ampliamente a nuestro país.
Otro aspecto importante por considerar se refiere a la estructura ocupacional de nuestro país en contraste con nuestros pares en la región. De acuerdo con estimaciones de la OIT, la proporción de trabajadores por cuenta propia —aquellos trabajadores independientes que no tienen trabajadores dependientes a su cargo— en el Perú ascendió al 37.9% durante el año pasado. Si bien esta superó ampliamente a los resultados de México (22.6%) y de Chile (22.1%), continuó situándose por debajo de lo registrado en Colombia (44.5%).
No obstante, lo más preocupante es que en nuestro país la presencia de los trabajadores familiares auxiliares —aquellos trabajadores independientes que laboran en un establecimiento con orientación al mercado, dirigido por un familiar que vive en su mismo hogar— es mucho mayor. En el Perú, la proporción de estos trabajadores asciende a un 14.7%, muy por encima de lo registrado en Colombia (3.1%), México (4.1%) y Chile (1.2%).
Cabe resaltar que, según la OIT, la economía informal se caracteriza principalmente por trabajadores pertenecientes a ambas categorías de empleo, las cuales presentan el mayor riesgo de pertenecer a la informalidad. En ese sentido, es fundamental reconocer que los negocios familiares acaparan una proporción importante de los trabajadores informales en contraste con otros países de la región. Y, por ello, es necesario implementar estrategias de formalización que los consideren para alcanzar resultados similares a los de nuestros pares regionales.
Como destaca Pablo Lavado, investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), un aspecto clave para mejorar la capacidad de formalización consiste en la reforma educativa. Por ejemplo, implementar la educación secundaria técnica y los programas de intermediación y capacitación laboral aportarían a los trabajadores menos capacitados, o a aquellos que no alcanzan la educación superior capacidades para transitar a la economía formal. Más aún, investigaciones previas del mismo autor encuentran que la capacitación laboral incrementa entre un 14% y un 20% la productividad de la empresa y la remuneración de las personas, cuando dicha capacitación ocurre dentro de la empresa y coordinada con alguna institución educativa reconocida.
Lamentablemente, por el contrario, en reiteradas ocasiones el Gobierno intenta mejorar las condiciones laborales formales a través de mayores restricciones a la capacidad de contratación, lo cual únicamente agudiza las dificultades para alcanzar un empleo adecuado. La prueba de ello se aprecia en la modificación a la tercerización laboral, lo cual fue realizado sin cumplir los requerimientos legales establecidos, que supone un riesgo a más de 100,000 empleos formales (ver Semanario 1110) y la modificación al Régimen Laboral Agrario que limitó la capacidad de formalización al sector más informal del país (ver Semanario 1094).
Sin duda, es imposible alcanzar una mayor creación de empleos formales sin reconocer la estructura del mercado laboral peruano, sobre todo con una falta de compromiso y liderazgo como evidencia el actual Gobierno que continúa apostando por medidas arduamente criticadas, inclusive desde otros ministerios.
Urge, hoy más que nunca, pensar en propuestas técnicas que verdaderamente ayuden a los trabajadores informales alcanzar la formalidad, en vez de continuar imponiéndoles mayores limitaciones para alcanzar empleos de calidad.
[1] De acuerdo con la OIT, esta tendencia se observó en Argentina, Brasil, Costa Rica, México, Paraguay y Perú, aunque también en Chile se encontró un comportamiento similar, pero solo con el 50% de empleos informales.
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