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PROBLEMAS DENTRO Y FUERA DEL SISTEMA DE PENSIONES PERUANO
Por ComexPerú / Publicado en Mayo 14, 2021 / Semanario 1074 - Actualidad
En los últimos años, el Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (SPP) ha sido constantemente objeto de esfuerzos legislativos para modificarlo y reformarlo. Así, desde 2016, el Texto Único Ordenado de la Ley del SPP ha sido modificado tres veces a través de las leyes 30425, 30478 y 30822. Además, el 26 de enero último, se presentó el Proyecto de Ley 7042, Marco de Creación del Sistema Integrado Universal de Pensiones, mediante el cual se pretende integrar al Sistema Nacional de Pensiones (SNP), el SPP, Pensión 65 y el programa Contigo. Sin embargo, el problema que aqueja al sistema pensionario peruano no es exclusivamente responsabilidad del funcionamiento del sector privado, sino que va más allá, e incluso abarca aspectos fuera del propio sistema.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de los problemas a nivel regulatorio es la coexistencia de los sistemas de pensiones contributivos. Como resultado, nuestro país cuenta con distintas entidades que diseñan, regulan y fiscalizan los dos principales sistemas, lo cual hace difícil la coordinación e integración de agentes que tienen un mismo propósito. Por esta razón, ambos sistemas (público y privado) presentarían desempeños distintos para sus aportantes, lo que se refleja, por ejemplo, en las pensiones otorgadas.
Otro problema es la baja cobertura causada por la informalidad laboral. Los sistemas de pensiones contributivos solo están en la obligación de cubrir a los trabajadores formales y dependientes. Si se considera que el 75.2% de los trabajadores en el país son informales, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), y que el 82% de los independientes no se encuentran afiliados a ningún sistema de pensiones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, tenemos que la cobertura del sistema de pensiones peruano es bajísima, con lo que su efectividad para proteger a la población también lo es.
PROPUESTAS EN CAMPAÑA
Ante los distintos problemas que presenta el sistema de pensiones, los dos candidatos a la presidencia proponen reformas que son diametralmente opuestas. Mientras uno busca aumentar la cobertura del sistema a través del SPP, el otro apela en fortalecer al SNP con el argumento de que las AFP ofrecen en la actualidad “pensiones miserables”. No obstante, la historia ha demostrado la total ineficiencia del SNP para proveer protección a los aportantes, dada la dependencia de un fondo total acumulado de los pensionistas.
En 1973 se creó el Sistema Nacional de Pensiones, el cual heredó la función de distintas instituciones encargadas de administrar los fondos de jubilación. En sus inicios, funcionó como un sistema de capitalización; pero, debido a su fracaso, se descapitalizó y se convirtió en un sistema de reparto entre generaciones. Para que el sistema funcionara era necesario que fuera masivo y estuviera conformado por una considerable cantidad de aportantes, a fin de sostener a los jubilados. Según el Banco Central de Reserva del Perú, uno de los principales factores que generó la crisis del sistema nacional de pensiones fue el alto nivel de desempleo e informalidad que existía en esa época, situación similar a la actual. Así, en 1992, el SNP cayó en quiebra y se creó el SPP. Como ya se mencionó, en la actualidad, el INEI reporta una informalidad laboral por encima del 75% y un aumento de 3.5 puntos porcentuales en el desempleo, debido a la crisis causada por la COVID-19. Dadas esta situación y la experiencia previa del sistema pensionario administrado por el Estado, volver a un sistema enteramente administrado por el sector público no sería eficiente para el tesoro público ni para los aportantes.
Por otro lado, mientras que la pensión ofrecida por el SPP depende enteramente de las contribuciones personales del aportante, el SNP ofrece una pensión mínima de S/ 500 y una máxima de S/ 893, independientemente del monto ahorrado. Además, cabe resaltar que, para recibir una pensión por parte del SNP, es necesario aportar al sistema por más de 20 años; de lo contrario, el jubilado no recibe ninguna pensión a pesar de sus contribuciones. Según la Asociación de AFP, la pensión promedio de los jubilados que aportaron a una AFP es de S/ 1,181, mientras que el percentil 50 de este mismo grupo recibe, en promedio, S/ 1,717. Así, el SPP viene ofreciendo mejores resultados para sus aportantes en comparación con el SNP.
Sin embargo, cabe recalcar la existencia de problemas en el sector privado generados por la poca competencia entre las AFP, lo que reduciría los beneficios para los aportantes. En ese sentido, el BID propone un sistema multipilar que busca acabar con la competencia ineficiente entre SNP y SPP. En el reporte, los autores mencionan la necesidad de mejorar el diseño de gobernanza del sistema, aumentar la cobertura presente y futura, y mejorar la sostenibilidad a corto y mediano plazo, para de esta forma brindar mejores pensiones y un servicio eficiente.
Queda claro que urgen cambios tanto dentro como fuera del sistema de pensiones, los cuales deberían ser tomados en cuenta por los candidatos presidenciales frente a una posible reforma del sistema. Es necesario aumentar la competitividad para así otorgar mejores beneficios. Asimismo, se necesita que los futuros Gobiernos trabajen para solucionar problemas estructurales de la economía como la alta informalidad, a través de la mejora en la productividad, y la falta de educación financiera. De esta manera, aumentará la cobertura del sistema de pensiones y se logrará su fin último: la protección futura del aportante.
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