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PROTECCIONISMO DEL SIGLO XXI
Por ComexPerú / Publicado en Noviembre 30, 2018 / Semanario 963 - Economía
El pasado 26 de noviembre, la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicó la actualización de su Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial (WTOI, por sus siglas en inglés), en el que advierte sobre la desaceleración del comercio exterior a nivel global. Según la OMC, el valor del WTOI sería el más bajo desde octubre de 2016 y refleja un deterioro en todos sus componentes. En este contexto, la diversificación de mercados y la implementación de medidas orientadas a la facilitación de la logística comercial resultan claves para asegurar nuestro crecimiento y la consecuente reducción de la pobreza. Así, pese a que ampliar nuestra red de acuerdos comerciales no solo resulta estratégico, sino crucial, nuevamente algunas voces buscarían bloquear la negociación del acuerdo comercial con India, el cual, bien aprovechado, podría ser de los más importantes para nuestro país.
Como hemos reiterado en distintas oportunidades, la India es un mercado fundamental para la diversificación y el potenciamiento de nuestra oferta exportable; uno con el que nuestros socios de la Alianza del Pacífico, como Chile y México, han sabido estrechar lazos más allá del ámbito comercial. Chile, por ejemplo, suscribió un Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) con el país asiático, que entró en vigor en 2007, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en firmar individualmente un acuerdo comercial con dicho país. Según información de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), en 2013, las exportaciones chilenas a este mercado crecieron un 11.2% desde la entrada en vigencia del AAP. En 2015, el intercambio comercial entre ambos países fue de US$ 2,658 millones, mientras que entre el Perú y la India fue de US$ 1,611 millones. Más aún, en 2017, Chile amplió su AAP con una profundización en los temas tratados, y logró, entre otros, rebajas arancelarias de entre el 80% y el 100% a productos agrícolas como cebollas, paltas, uvas y mandarinas, productos que en el caso peruano enfrentan hoy un arancel promedio del 29.4%.
México, por su lado, cuenta con un Convenio de Cooperación Económica con la India desde 1982, un Acuerdo de Exención de Doble Tributación y un Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones, ambos de 2007. El Perú, hoy rezagado, ha iniciado la tarea de ponerse al día y, bajo el liderazgo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), viene negociando un tratado de libre comercio (TLC) con dicho país, luego de que en 2016 concluyó un estudio de factibilidad que señala que el acuerdo traerá beneficios para nuestro crecimiento, además de un impulso a la demanda laboral.
Pese a ello, hay quienes ven en dicho acuerdo una gran amenaza por una mayor competencia, y aducen una posible debacle de nuestra industria nacional, afirmaciones que se escucharon durante las negociaciones de los TLC con EE.UU. y China, y que hoy las cifras desmienten. Se dice que el TLC con India abriría la puerta a una “competencia desleal”, pues muchas de las importaciones de este mercado ingresarían a precios mínimos o “desleales”. Incluso, señalan que la India es un gran exportador de productos agrícolas y, por lo tanto, no habría beneficios para nuestro sector agroexportador, pero omiten que si bien dicho país –al igual que muchos otros a los que exportamos con o sin acuerdo comercial– cuenta con un sector agroexportador, también es un gran importador de alimentos. Solo en 2017 importó US$ 3,428 millones en frutas y frutos comestibles, y en los últimos cinco años sus importaciones de estos productos registraron un crecimiento promedio anual del 12.2%, según cifras del Centro de Comercio Internacional. Cabe mencionar que, en 2017, importó paltas, uvas y mangos, de los cuales nuestro país le proveyó, y que con un acuerdo comercial apalancarían su competitividad.
Respecto de la competencia desleal es importante poner las cosas en claro. Importar a precios subvaluados constituye un delito aduanero, que nada tiene que ver con la negociación de un acuerdo comercial. El Perú ya cuenta con regulación para afrontar estas situaciones y es ahí donde la labor de la Sunat es fundamental y debe fortalecerse. Asimismo, un TLC no promueve la importación de productos a precios subvaluados o prácticas de dumping. Por el contrario, vigoriza el marco jurídico para la aplicación de herramientas de defensa comercial, hoy administradas por el Indecopi. Definitivamente, un TLC con la India no impediría que nuestro país recurra a estas medidas, sino todo lo contrario.
Una posición contraria, como la esgrimida, solo pretendería bloquear la competencia para un sector de la economía que no ha sabido renovarse y que, en lugar de buscar integrarse en cadenas globales o beneficiarse de la cooperación técnica internacional, a través de estos acuerdos comerciales, busca el camino fácil, el del proteccionismo. No podemos sacrificar el bienestar del consumidor por el interés de unos cuantos. Las cuentas del proteccionismo las pagamos todos los peruanos. Desde esta tribuna felicitamos y apoyamos la decidida labor del Mincetur, que bajo el liderazgo de su equipo técnico viene negociando el TLC con India, hoy nuestro cuarto destino comercial y con el que tenemos una balanza comercial positiva de más de US$ 1,000 millones. El desarrollo del país está primero. ¡Continuemos abriendo mercados!
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