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RELACIÓN COMERCIAL PERÚ-CHINA TRAS OCHO AÑOS DEL TLC
Por ComexPerú / Publicado en Marzo 02, 2018 / Semanario 927 - Comercio Exterior
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El 1 de marzo de 2010 entró en vigor el tratado de libre comercio (TLC) entre el Perú y China. Este acuerdo nos ha permitido desarrollar una relación comercial estrecha con dicho país, la cual viene resultando beneficiosa para nuestra economía. De hecho, este TLC ha mejorado nuestro acceso a uno de los mercados más grandes del mundo, con una población de más de 1,300 millones de habitantes. Con iniciativas como “Una franja, una ruta” (ver Semanario N.º 892), el gigante asiático demuestra sus esfuerzos para lograr la apertura comercial y la integración económica global; por lo tanto, es crucial seguir fortaleciendo nuestra relación con dicho país.
Según cifras de la Sunat, entre 2010 y 2017, las exportaciones peruanas con destino a China registraron un crecimiento acumulado del 113.4% y un crecimiento promedio anual del 11.4%. Más aún, en 2017, estas fueron un 37% mayores que en 2016, principalmente debido a una mayor demanda china de cobre, nuestro principal envío a ese país. Asimismo, alcanzaron un monto de US$ 11,602 millones en 2017, lo que representó un 26% del total de los envíos peruanos al mundo. Así, China se posicionó como el principal destino de nuestras exportaciones, por encima de países como EE.UU. (16%) y Suiza (5%).
Este crecimiento sostenido se debió a un aumento de las exportaciones tradicionales, las cuales crecieron un 116.1% en el periodo 2010-2017, con un incremento promedio anual del 11.6%. En este rubro, en 2017, los principales productos fueron los minerales de cobre y sus concentrados, que representaron un 63.8% del rubro (US$ 7,137 millones; +30.6%). Es importante resaltar que, de acuerdo con el Centro de Comercio Internacional, el país asiático representa cerca de la mitad de la demanda mundial de este metal y, por ende, el crecimiento de nuestras exportaciones de cobre depende en gran medida de la demanda china. Asimismo, destacaron la harina, polvo y pellets de pescado (US$ 1,177 millones; 10.5% del total), la cual creció un 65% con respecto a 2016, y los cátodos y secciones de cátodos de cobre refinado (US$ 1,063 millones; 9.5%), los cuales crecieron un 41% con respecto a 2016.
Por otro lado, las exportaciones no tradicionales aumentaron un 58.3% en el periodo 2010-2017, con un crecimiento promedio anual del 6.8%. Tras una caída del 23.9% en 2016 (con respecto a 2015), estas aumentaron un 50.2% en 2017, al ascender a US$ 410.6 millones. De este modo, tan solo un 3.5% de nuestros envíos a China fueron no tradicionales, mientras que un 96.5% pertenecieron al rubro tradicional. En otras palabras, aún tenemos el reto de impulsar nuestras exportaciones de mayor valor agregado a este destino.
En 2017, las exportaciones no tradicionales que más destacaron fueron las de los sectores agropecuario (34% del total), pesquero (26%) y textil (14%). Los principales productos enviados al país asiático en este rubro fueron los moluscos: jibias (sepias) y calamares (sector pesquero), con un valor de US$ 69 millones y un crecimiento de 82.1%, con respecto a 2016, y el pelo fino cardado o peinado de alpaca o llama (US$ 53 millones; +224.9%). Destacaron también los arándanos, cuyos envíos a China pasaron de US$ 631 en 2016 a US$ 34 millones en 2017. Este considerable crecimiento se debería a la firma del protocolo fitosanitario para la exportación de arándanos a China durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), en noviembre de 2016.
Por otra parte, cabe resaltar que uno de los beneficios del TLC ha sido la caída de los precios de las importaciones industriales peruanas desde China, la cual debería haberse traducido en un aumento de la competitividad en el precio de los productos finales que el consumidor nacional adquiere, debido a la mayor eficiencia productiva que estas permiten. De esta manera, entre 2010 y 2017, las importaciones de bienes de capital aumentaron un 8.7% y las de bienes intermedios un 10%. Además, cabe mencionar que, en 2017, un 33% del total de los bienes de capital importados del mundo y un 13% del total de los bienes intermedios provinieron del gigante asiático.
Asimismo, este TLC no solo ha tenido beneficios en el ámbito comercial, sino que también ha servido para promover las inversiones chinas en nuestro país, a través de un marco legal predecible y claro. De acuerdo con cifras de la Agencia para la Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), el saldo de la inversión extranjera directa china como aporte al capital (IED) ascendió a US$ 208.6 millones hasta junio de 2017. La mayor parte (75.6%) de esta inversión fue ejecutada en el sector minero, seguido por el sector financiero (24%), comercio y servicios (0.2%, cada uno). No obstante, atraer IED desde China continúa siendo un reto para nuestro país: la inversión del gigante asiático solo representó un 0.83% del total de IED hasta junio de 2017, según Proinversión.
Las cifras comerciales entre nuestro país y China demuestran que el acuerdo ha sido muy beneficioso para nuestro país, lo cual resta mérito a los temores que ciertos grupos mostraban antes del TLC. La apertura comercial es el camino para el crecimiento de la economía peruana. El Estado debe seguir promoviendo la integración económica con nuestros principales socios comerciales, y también la entrada a nuevos mercados.
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