Para aprovechar el potencial de nuestro capital humano es necesario desarrollar un mercado laboral eficiente que permita promover el crecimiento de la competitividad y la productividad. Las condiciones necesarias para construir un mercado de trabajo eficiente son evaluadas en el octavo pilar, Mercado laboral, del Reporte de Competitividad Global 2019, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Este pilar mide, a partir de doce indicadores, la flexibilidad para reorganizar la fuerza laboral y el grado en el que una economía administra el talento humano.

Los indicadores agrupados bajo el subpilar Flexibilidad son (i) costos de despido, (ii) prácticas de contratación y despido, (iii) relaciones de cooperación entre empleador y empleado, (iv) flexibilidad en la determinación del salario, (v) políticas activas del mercado laboral, (vi) derechos de los trabajadores, (vii) facilidad para contratar trabajadores extranjeros y (viii) movilidad laboral interna. Igualmente, los indicadores del subpilar Meritocracia e incentivos son (i) confianza en la gestión profesional, (ii) pago y productividad, (iii) ratio de mujeres asalariadas sobre hombres asalariados y (iv) tasa de impuesto laboral.

A nivel mundial, Singapur lidera el ranking en el pilar Mercado laboral, con un puntaje de 82.1 sobre 100 puntos. En específico, la economía asiática ocupa el primer puesto en el subpilar Flexibilidad y el quinto puesto en Meritocracia e incentivos. En cuanto al primer subpilar, obtuvo la primera posición en el indicador de relaciones de cooperación entre empleador y empleado, y recibió un puntaje de 85.3. Con respecto al segundo subpilar, consiguió el tercer puesto en el indicador de confianza en la gestión profesional y el indicador de pago y productividad, con puntajes de 83.5 y 74.6, respectivamente.

En Singapur, las características del mercado de trabajo permiten un mayor dinamismo de la economía, muestra de ello es que no existe un salario mínimo oficial. Lo anterior, sumado a políticas flexibles, llevó a que la tasa de desempleo en 2018 fuera del 2.1%. Igualmente, el salario y la productividad de los trabajadores están altamente relacionados, de modo que el salario promedio se encuentra alrededor de US$ 4,100.

Por otro lado, el país que más avanzó en este pilar fue Guinea, que en la última edición del reporte incrementó un 22.5% su puntaje y pasó del puesto 128 al 88. El país africano logró escalar a dicha posición debido a sus fortalezas en materia de Flexibilidad, pues ocupa el puesto 30 a nivel mundial, con un puntaje de 63.4. Particularmente, resalta el nivel alcanzado en el indicador de movilidad laboral interna, en el cual logró posicionarse en la undécima posición con un puntaje de 70.6. Por el contrario, tiene un bajo rendimiento en el subpilar Meritocracia e incentivos, dado que se encuentra en la posición 119 con un puntaje de 50.5.

En Guinea, el Gobierno ha implementado mecanismos que protegen fuertemente los derechos de los trabajadores y políticas laborales más activas con el objetivo de reducir los altos niveles de informalidad. Es importante mencionar que, según un informe del Fondo Monetario Internacional, el sector informal representa casi el 50% de la economía del país africano.

En lo que respecta a Latinoamérica y el Caribe, Jamaica ocupa el primer puesto en el pilar analizado y el vigésimo séptimo a nivel mundial. Los resultados obtenidos por este país en los dos subpilares que componen el grupo Mercado laboral son destacables. En el subpilar Flexibilidad, consiguió un puntaje de 83 en el indicador de derechos de los trabajadores. En cuanto al subpilar Meritocracia e incentivos, obtuvo un puntaje de 93 en el indicador de ratio de mujeres asalariadas sobre hombres asalariados y uno de 79.2 en el indicador de costos de despido.

Existen diversas iniciativas del Gobierno jamaiquino que buscan fortalecer el mercado de trabajo. En 2002, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social implementó el Sistema de Mercado Laboral e Información con el fin de brindar oportunidades laborales para los trabajadores menos calificados. El portal ha sido mejorado a lo largo de los años y, en la actualidad, es una herramienta sumamente valorada por empleadores y empleados que incluye oportunidades laborales de todos los niveles. Asimismo, el Objetivo Nacional 8 de la Visión 2030 Jamaica – Plan de Desarrollo Nacional promueve la creación de las condiciones para un ambiente de negocios propicio. Específicamente, plantea desarrollar un mercado laboral eficiente y mejorar el ambiente para incrementar la productividad y la satisfacción del trabajador.

¿Y CÓMO VA EL PERÚ?

El Perú ocupa el puesto 77 en el pilar de Mercado laboral, cinco posiciones por debajo en comparación con el año pasado. Nuestro país se ubica en la posición 83 y 75 en los subpilares Flexibilidad y Meritocracia e incentivos, respectivamente. En cuanto al primero, en el indicador de flexibilidad en la determinación del salario, alcanzó un puntaje de 75.1 y en el indicador de prácticas de contratación y despido, uno de 28, con lo que se ubicó en el puesto 134; la peor posición en un indicador del octavo pilar. Respecto del otro, consiguió un puntaje de 95.8 en el indicador de tasa de impuesto laboral.

El Plan Nacional de Competitividad y Productividad plantea medidas para mejorar nuestro desempeño en el pilar Mercado laboral. Particularmente, el Objetivo Prioritario 5 promueve la creación de las condiciones para un mercado laboral dinámico y competitivo para la generación de empleo digno. Entre las propuestas, destaca el fortalecimiento de los procesos de fiscalización del cumplimiento de obligaciones laborales vigentes, con el objetivo de hacer cumplir los derechos de los trabajadores.

El bajo desempeño en el subpilar Meritocracia e incentivos es consecuencia de la rigidez laboral en nuestro país, lo cual se refleja en el indicador de prácticas de contratación y despido. Las medidas que favorecen la estabilidad absoluta, como la reposición ante el despido arbitrario y los altos costos de indemnización, que en nuestro país equivalen a 1.5 remuneraciones por año trabajado, generan mayor rigidez en el mercado, desincentivan la formalización y restan productividad a las empresas.

Por tanto, el Gobierno debe llevar a cabo la reforma laboral que el Perú necesita, con el fin de crear las condiciones necesarias para que nuestros trabajadores sean formados y aprovechados en los sectores donde sean más productivos.