En la edición anterior, iniciamos el análisis detallado de los doce pilares del Reporte de Competitividad Global 2018, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), con el desarrollo de los cuatro primeros indicadores de los veinte que conforman el primer pilar, Instituciones. En esta oportunidad, abordaremos dos grupos de indicadores: el primero, relacionado con el capital social; y el segundo, que abarca, a su vez, cuatro indicadores relacionados con aspectos de controles y equilibrios: (i) transparencia presupuestaria, (ii) independencia judicial, (iii) eficiencia del marco legal para cuestionar regulaciones y (iv) libertad de prensa.

Con respecto al indicador de capital social, este utiliza el Índice de Prosperidad de Legatum de 2017, que mide el desempeño en la cohesión social y compromiso, redes comunitarias y familiares, y confianza institucional de cada país. En este indicador, nuestra economía se ubicó en el puesto 82, de un total de 132, mientras que Australia se ubicó en la primera posición, seguido por Nueva Zelanda e Islandia. En Latinoamérica, las economías mejor ubicadas fueron Uruguay y Ecuador, en los puestos 33 y 39, respectivamente. En lo que respecta a las economías con las que conformamos la Alianza del Pacífico (AP): Colombia, Chile y México, estas se posicionaron en los lugares 61, 64 y 108, respectivamente. Nuestra economía obtuvo este bajo puesto debido a que, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se desconfía bastante de la Policía (8 de cada 10 peruanos desconfía de esta institución) y por la poca educación cívica.

CONTROLES Y EQUILIBRIOS

Con respecto a los indicadores relacionados con aspectos de controles y equilibrios, se puede resaltar que Finlandia goza de una alta percepción de independencia de su sistema judicial respecto de las influencias del Gobierno, empresas o individuos; mientras que Suiza y EE.UU. presentan un óptimo desempeño. ¿Qué están haciendo bien?

Finlandia obtuvo el primer puesto del ranking en el indicador de independencia judicial, con un puntaje de 6.7 sobre 7. A diferencia de muchos países europeos, en Finlandia existe un fuerte vínculo entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, al ser los tribunales de justicia administrados por el propio Ministerio de Justicia. Sin embargo, es la propia Constitución del país la que garantiza la independencia y autonomía de su sistema judicial, al establecer que los jueces solo pueden ser apartados de sus funciones por sentencia de los propios tribunales. Tampoco es admisible su traslado de un puesto a otro sin su consentimiento, salvo que sea consecuencia de una reorganización del sistema judicial.

Por otro lado, Suiza ocupa los primeros puestos en el grupo de indicadores analizados, con excepción del indicador de transparencia presupuestaria. A diferencia de Finlandia, los jueces de Suiza tienen que pertenecer a un grupo político y pagan una parte de su salario a estos. Según el Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa, este requerimiento de los jueces podría afectar la independencia de sus decisiones; sin embargo, esta economía se ubicó en el segundo puesto en el indicador de independencia judicial. Según el WEF, Suiza tiene una democracia muy participativa y el Poder Ejecutivo lo conforman representantes de distintos partidos políticos que cambian cada 4 años, razón que explicaría su alta calificación en este indicador.

Por su parte, en cuanto a la eficiencia del marco legal para cuestionar regulaciones, EE.UU. ocupa el segundo lugar, detrás de Finlandia. Según el WEF, la economía norteamericana presenta un clima empresarial altamente competitivo e innovador con un marco legal eficiente que permite a las empresas cuestionar las imposiciones legales del Gobierno.

Con respecto a la libertad de prensa, Suiza obtuvo el quinto puesto debido a que, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), goza de una envidiable libertad de prensa y fue notable el rechazo abrumador al referéndum No Billag que amenazaba el financiamiento de la radio y televisión pública de dicho país, en 2018.

¿Y EL PERÚ?

En cuanto a transparencia presupuestaria, alcanzamos el puesto 4, de un total de 138 economías, con una puntuación de 92.3 sobre 100, lo cual acredita la buena práctica del Gobierno sobre transparencia del presupuesto público y su ejecución. En cuanto a la independencia judicial, ocupamos el puesto 115, de entre 140 economías, con un puntaje de 2.8 sobre 7, lo que no hace más que reflejar el calamitoso estado en el que se encuentra actualmente nuestro sistema judicial, y que arrastramos desde hace años. La coyuntura de corrupción ha puesto en evidencia esta lamentable situación.

En cuanto al indicador sobre la eficiencia del marco legal para cuestionar regulaciones, nos encontramos en el puesto 103 de 140 economías. Este mal desempeño estaría muy relacionado con la deficiencia de nuestro sistema judicial, ya que este indicador mide la facilidad de los agentes privados para cuestionar acciones o regulaciones del Gobierno mediante el sistema legal. Sin duda, las reformas que recién se estarían implementado en cuanto a barreras burocráticas, así como el análisis de impacto normativo, deberían colocar al país en una mejor posición en las próximas evaluaciones, sin perjuicio de la urgente necesidad de enfrentar la reforma del Poder Judicial.

Finalmente, en cuanto a libertad de prensa, nos encontramos en el puesto 71 (también de 140), tomando como referencia la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, elaborada por RSF. Ello debido a que, según dicha clasificación[1], los periodistas enfrentan numerosos procesos legales por difamación, así como intimidaciones y casos de asesinatos y violencia que permanecen en la impunidad, y por la supuesta concentración de medios en el país.

Al observar las puntuaciones obtenidas por nuestros socios comerciales de la AP, se observa que existe una alta transparencia presupuestaria en Perú, Colombia y México. Sin embargo, estas economías se encuentran rezagadas en los indicadores restantes con respecto a Chile (que presenta las mejores puntuaciones del bloque en dichos indicadores) y al mundo. En la siguiente tabla, vemos que estos tres países tienen poca independencia del sistema judicial y no proporcionan un marco legal eficiente para que los agentes privados puedan cuestionar las regulaciones gubernamentales. Asimismo, Colombia y México se encuentran más rezagados con respecto a la libertad de prensa.

Queda claro que nuestro país debe mejorar, y muchísimo, en materia de independencia judicial. Mejorando en ese aspecto aseguraríamos la equidad y estabilidad del sistema legal bajo el que viven los ciudadanos y operan las empresas. Para esto, se necesita de buenas instituciones que puedan hacer cumplir la ley sin ningún tipo de intervención ni sesgo político en su accionar.

[1] https://rsf.org/es/peru