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Se busca empleo
Por ComexPerú / Publicado en Junio 12, 2017 / Semanario 895 - Actualidad
La
economía nacional se ha visto perjudicada en los últimos meses, principalmente
por dos shocks adversos: El Niño
costero y los problemas de adjudicación de obras públicas asociadas a temas de
corrupción. El empleo no ha sido ajeno a esta coyuntura, dado que normalmente
su comportamiento se mueve en paralelo con la actividad económica. Es por ello
que resulta de especial importancia analizar cómo se ha desarrollado este
mercado a nivel nacional en el primer trimestre de 2017.
De
acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), hacia el
trimestre enero-marzo del presente año, 17.3 millones de personas pertenecieron
a la población económicamente activa (PEA), lo que significa un incremento del
1.3% con respecto al mismo periodo de 2016. Dentro de este grupo, la población
ocupada también experimentó un desarrollo positivo, al aumentar un 1.8%, lo que
equivale a 292,200 personas más que cuentan con empleo. Esto, evidentemente,
hizo disminuir la tasa de desempleo al 5.1%, con lo que cayó 0.6 puntos
porcentuales respecto al mismo periodo de 2016.
Si
bien, a primera vista, estas cifras son positivas, no solo debemos enfocarnos
en la cantidad de personas con empleo, sino en la calidad de los puestos de
trabajo generados. Así, el panorama cambia.
¿Formalidad informal?
En
este primer trimestre, la población ocupada con empleo informal alcanzó los
11.2 millones de personas, lo que significa un incremento del 4.1% respecto al
mismo periodo de 2016. De esta manera, representa el 68.6% del total de
ocupados, una cifra verdaderamente alarmante, en tanto el empleo informal supone
aquellos ocupados que trabajan en unidades de producción no registradas o que
no cuentan con beneficios sociales, como un seguro de salud.
El nivel
educativo influye en el acceso al empleo de mayor calidad. Así, la tasa de
empleo informal tiende a disminuir a medida que el nivel educativo aumenta. De
acuerdo con el INEI, de los ocupados con educación primaria, el 94.9% fueron
informales; con educación secundaria, el 78.4%; con educación superior no
universitaria, el 53.1%; y con educación superior universitaria, el 37.9%.
Asimismo, el tamaño de la empresa también es sensible al empleo informal, pues
la gran mayoría de trabajadores en empresas de 1 a 10 trabajadores tuvieron
este tipo de empleo (86.8%). En comparación, la cantidad disminuye drásticamente
en empresas de 11 a 50 trabajadores y de 51 a más, con tasas de informalidad
del 47.7% y el 21.7%, respectivamente.
Por
otra parte, es importante advertir la brecha existente en cuanto a calidad de
empleo entre el sector urbano y rural. Así, en el periodo analizado, el 60.2%
de los empleos en el sector urbano fueron informales, mientras que, en el
sector rural, la cifra alcanzó el 95.4%. Esto se relaciona con las actividades
económicas ejercidas en cada sector. Solo a manera de ejemplo, de acuerdo con
el INEI, actividades como la agricultura y la minería presentan altos grados de
informalidad. Estas actividades, junto con la pesca, alcanzaron una tasa de
empleo informal del 94.3%.
Cuidado con nuestros jóvenes
La
población joven es especialmente sensible a los cambios en el mercado laboral.
Son los jóvenes de 14 a 24 años los que sufren la mayor tasa de desempleo, que
fue del 12% en el trimestre enero-marzo 2017. En contraste, solo el 4.6% de
personas de 25 a 44 años se encontraron desempleadas. Esta disparidad se
acentúa al tratarse de empleo informal. Así, del total de jóvenes menores de 25
años con empleo, el 85.3% se encuentra en la informalidad, cifra mucho menor en
personas de 25 a 44 años (63.7%). Esto no quiere decir que este último grupo se
encuentre en una situación plausible, en tanto más del 50% de los trabajadores
se encuentran en empleo informal en ambos grupos, solo revela la alarmante
situación laboral del sector juvenil.
Frente
a este panorama, el Gobierno no solo debe dinamizar el empleo, sino reducir la
informalidad, sobre todo ahora que sufrimos los efectos de El Niño costero. Es
por esto que, recientemente, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo,
Alfonso Grados, ha anunciado la implementación del programa Trabaja Perú en las
regiones afectadas. Así, se planea generar 80,000 empleos temporales durante
2017, mediante el uso de mano de obra en proyectos de infraestructura básica,
como encauzamiento de ríos. Con respecto a los jóvenes, el actual ministro
también anunció que 500 jóvenes de escasos recursos recibirán capacitación sobe
habilidades blandas e ideas de negocio, gracias al programa Jóvenes Productivos
y el cofinanciamiento del Fondo Nacional de Capacitación Laboral y Promoción
del Empleo.
Dicho todo esto, es evidente
que la salud del mercado laboral aún tiene mucho por mejorar. Por lo tanto, el
Estado debe, además, seguir dando énfasis a la promoción de la inversión
privada, mediante una mejora de las expectativas, con el fin de mejorar la
actividad económica, muy relacionada con la generación de empleo. Todo esto con
el objetivo de que el trabajo sea cada vez mayor en cantidad y calidad, en
beneficio de todos los peruanos.
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