La COVID-19 ha llegado para cambiar la manera como vivimos. Los ciudadanos venimos modificando nuestras formas de interacción, trabajo y patrones de consumo. Las empresas se han visto en la necesidad de incorporar el cuidado de la salud como un elemento esencial para la sostenibilidad de los negocios. El Gobierno viene librando una dura batalla, realizando enormes esfuerzos, con aciertos, desaciertos y lecciones aprendidas que deben trazar el camino hacia adelante.

Nadie estaba preparado para esta guerra, pero todos debemos contribuir en la lucha. Los ciudadanos debemos acatar las disposiciones del Gobierno. Millones de peruanos no pueden hacerlo porque dependen de sus ingresos diarios para vivir y están exponiendo sus vidas día a día. Vivimos en un país con poco más del 70% de informalidad; una que no paga derechos laborales ni tributa, que ha dejado a trabajadores desprotegidos que salen a las calles por hambre y necesidad. Este ha sido uno de los factores que dificulta el éxito de la cuarentena y que ha exacerbado una problemática social que ha desbordado al Gobierno.

En este marco, el sector privado formal es un socio del Estado para hacer frente a esta crisis, a partir de un diálogo abierto y enmarcado en la confianza. Debemos contribuir con propuestas rigurosas técnicamente, pero sobre todo basadas en la defensa de principios y no en intereses particulares, poniendo siempre por delante al país. Son más de 2.4 millones de empresas formales de todo tamaño, que emplean aproximadamente 3.5 millones de trabajadores. Este es el socio del Estado, el tejido formal que debe preservarse y que tanto cuesta construir en el Perú, y que hoy cumple un rol fundamental.

Así, desde el inicio de la cuarentena, las empresas asociadas a ComexPerú vienen movilizando recursos para adquirir equipos médicos, ventiladores, monitores, partes y piezas para la producción de ventiladores por parte de la Marina; la implementación de unidades hospitalarias; donaciones de alimentos, termómetros, pruebas de detección de la COVID-19, materiales de protección para el personal de salud, la PNP y las FF.AA.; material de desinfección para hospitales; miles de botellas de agua, ataúdes, implementación de mortuorios, televisores y servicio de cable para la implementación de la Villa Panamericana y la Casa de Todos; alojamiento para personal médico y de la PNP en hoteles; alojamiento y transporte aéreo solidario, entre otros. Todas empresas que han sido afectadas por la crisis. Solidaridad que solo refleja el compromiso con el Perú.

El sector privado formal es un socio para tener éxito en esta lucha contra la COVID-19, reactivar la economía de manera segura, responsable, con estrictos protocolos de salud, y de manera gradual y paulatina. Además, priorizando trabajo remoto, fomentando una cultura de higiene y cuidado de la salud de sus más de 3.5 millones de trabajadores y, por ende, de sus familias, haciendo trazabilidad de la salud de sus trabajadores.

Trabajemos juntos. Desde ComexPerú nos comprometemos a ello, a velar por el cabal cumplimiento de protocolos de salud de nuestros asociados, y hacemos un llamado al Gobierno para luchar juntos en esta guerra.