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UN 3.2% DEL PBI REPRESENTAN LAS MEDIDAS FISCALES ADOPTADAS EN AMÉRICA LATINA
Por ComexPerú / Publicado en Marzo 26, 2021 / Semanario 1068 - Hechos de Importancia
La respuesta fiscal de los países de América Latina frente a la pandemia de la COVID-19 ha jugado un papel fundamental en la mitigación del impacto social y económico de la crisis. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la adopción de paquetes de medidas fiscales representa, en promedio, un 3.2% del producto bruto interno (PBI) de los países, entre las que destacan medidas de gasto público, alivio tributario y apoyo de liquidez.
De acuerdo con un informe de la Cepal, el manejo de la política fiscal en la actualidad está complejizado por un entorno macroeconómico poco favorable y altamente incierto. A los aumentos del endeudamiento público observados durante la última década, se suma el hecho de que, debido a la pandemia, los países enfrentan caídas en la recaudación tributaria, como consecuencia de la contracción en la actividad económica y los menores precios de los commodities.
Por ello, al cierre de 2020, los países de la región han adoptado metas de inflación y tasas de interés como su principal instrumento de políticas, y se destaca que la inflación en la región ha sido baja y estable en torno al 3%. No obstante, para 2021, se proyecta que el crecimiento en la región será del 4.1% y que, en los próximos años, el crecimiento retornará a su tasa tendencial de cerca del 2.5% anual.
En un reciente estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se analiza las medidas fiscales y monetarias adoptadas por los Gobiernos en 2020 para hacer frente a la pandemia de la COVID-19. Como se observa en la tabla, países con metas de inflación establecidas, como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, utilizaron otros instrumentos de política monetaria con el fin de inyectar liquidez, como complemento a la reducción de las tasas de interés. La implementación de herramientas de política monetaria alternativas en este contexto fue la regla en lugar de la excepción.
Entre las políticas analizadas, la reducción de los requisitos de reserva fue la herramienta más habitual utilizada por los bancos centrales de la región para responder a la COVID-19. En su totalidad, los países con meta de inflación redujeron los requisitos de reserva, además de disminuir las tasas de política, lo que sugiere que los bancos centrales utilizaron ambos instrumentos de manera complementaria.
Por otro lado, las intervenciones cambiarias fueron habituales, dado que numerosos países intentaron reducir la volatilidad del tipo de cambio. Los bancos centrales también utilizaron repos para proporcionar liquidez en moneda extranjera a bancos y empresas, sobre todo en los países con metas de inflación establecidas. Por último, numerosos bancos centrales proporcionaron liquidez directamente a los bancos, las empresas y el Gobierno mediante la compra de títulos públicos o privados.
EL ROL DEL BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ
Si bien es cierto que la estabilidad macroeconómica en sí no garantiza el desarrollo de un país, la fortaleza en este aspecto es absolutamente necesaria en ese camino. Para entender qué está detrás de este período de alto crecimiento y baja inflación, es importante notar que, en los últimos 30 años, el Perú ha creado y consolidado un marco institucional bastante propicio, justamente, para la estabilidad macroeconómica.
Un pilar en este aspecto es la independencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que ha permitido implementar un esquema de metas de inflación exitosa. Por otro lado, el manejo responsable de la política fiscal, plasmado en la Ley de Prudencia y Transparencia Fiscal de 1999. Por último, la flotación cambiaria vigente. Sin ninguno de los tres se podría haber alcanzado la estabilidad macroeconómica.
Por ello, la disciplina fiscal es importante para que, en la práctica, la independencia del BCRP esté garantizada. El equilibrio macroeconómico, además, se ha traducido en mejoras concretas en el bienestar de la mayoría de los peruanos. Aunque quede mucho camino por recorrer, diversas cifras muestran el importante impacto que este período de estabilidad ha tenido en la vida de los peruanos.
Durante la pandemia de la COVID-19, el alivio fiscal incluyó mayores transferencias a los hogares y reducción de los impuestos para las familias y las empresas. Asimismo, varios países introdujeron programas de garantía de préstamos y otros tipos de medidas de apoyo extrapresupuestario, como los mencionados en el documento del BID, destinados particularmente a las pequeñas y medianas empresas. Las autoridades alentaron a los bancos a reprogramar los préstamos con períodos de gracia y vencimientos más largos; incluso, algunos países decretaron el aplazamiento de los pagos.
Esta recuperación supone que los países sigan abriendo sus economías, que las campañas de vacunación se desarrollen sin demoras y que las economías avanzadas logran una inmunidad generalizada ante el virus en el segundo trimestre de 2021, seguidas por América Latina y el Caribe en la segunda mitad del año.
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