¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
Un repaso de libre competencia
Por ComexPerú / Publicado en Octubre 10, 2016 / Semanario 864 - Actualidad
![](https://www.comexperu.org.pe/upload/images/actualidad-2-061217-094510.jpg)
Tal parece que, de forma contraria al empeño del Gobierno por destrabar
inversiones e incentivar la competencia, el dinamismo y el crecimiento de
nuestra economía, algunos de nuestros congresistas buscan generar regulaciones
y controles innecesarios. Así, el congresista Yonhy Lescano ha reavivado la
discusión sobre la evaluación ex ante
de toda fusión o adquisición empresarial, mediante el Proyecto de Ley N.° 353/2016-CR.
En resumen, esta iniciativa dispone que sea el sector público quien analice y,
en todo caso, apruebe las decisiones de inversión del sector privado, lo que consideramos
traería consigo impactos negativos para los sectores económicos, aumentaría las
trabas a las inversiones, reduciría la eficiencia de nuestros mercados e,
inevitablemente, evidenciaría, frente a inversionistas nacionales y extranjeros,
los desfasados deseos de control económico estatal. Más aún cuando, desde hace
varios años, se cuenta con un marco legal que restringe el abuso de posición de
dominio por parte de los agentes económicos.
Adicionalmente, lo que podría contradecir disposiciones
constitucionales, esta propuesta busca ser retroactiva, ya que actuaría sobre
fusiones y adquisiciones pasadas al exigir su revisión durante los 60 días
posteriores a la promulgación de la ley. Esto, sin lugar a dudas, sería un
cambio relevante en las reglas de juego, que impactaría en el modelo económico
y afectaría la estabilidad jurídica del país. Asimismo, se pueden identificar
una serie de aspectos que, al parecer, no son contemplados por el congresista
Lescano y que demuestran lo deficiente de esta propuesta.
En primer lugar, el impulso de esta ley está ligado a las
recomendaciones que hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE). Al respecto, cabe precisar que la OCDE no impone reglas o
procedimientos específicos en cuanto a las fusiones y adquisiciones en sus
países miembros. Asimismo, enfatiza que no toda fusión ni concentración
empresarial es desfavorable para el mercado; pero por más que la teoría
económica y la evidencia empírica así lo sustentan, parece que los impulsores
de esta ley están cegados.
En segundo lugar, existen tipos de monopolio y oligopolios que, dadas
las características del mercado y la economía en general, no resultan
perjudiciales para el país ni para los consumidores. Un mercado puede estar
concentrado y presentar competencia, sea por su estructura, por contar con
sustitutos y por no existir barreras. Esta ley significaría, a todas luces, una
barrera burocrática más, ya que obligaría a las empresas a pasar por un control
previo que, definitivamente, acarrearía un costo considerable y que, sin duda,
generaría poca predictibilidad. Por ejemplo, una fusión vertical (entre una
empresa productora de insumos y otra transformadora o comercial) genera mayor
eficiencia en ese mercado, reduce costos y eleva la calidad de la producción. Así,
una empresa que desea mantener su posición dominante buscará mejorar constantemente
la calidad de su producción gracias a la reinversión de sus rentas en
innovación. Si como consecuencia de esa posición dominante se cometen abusos,
ya nuestra legislación cuenta con las herramientas legales para evitarlos o
corregirlos.
Por otro lado, existen monopolios naturales, condiciones de mercado en
las cuales una empresa o un número muy reducido de ellas podrán mantener altos
costos de inversión para proveer un servicio público de mejor calidad a gran
escala. Otra forma de monopolio que beneficia a la sociedad son las patentes.
Todo Estado que fomente la innovación y la libre competencia incentiva la
retención de beneficios extraordinarios a aquellas iniciativas de innovación,
investigación en tecnologías y procesos en diversos sectores, otorgándoles el grado
de monopolios (patentes) sobre su producción.
En tercer lugar, el alto grado de apertura comercial e integración de la
economía peruana al mundo representa un freno para que los actos de
concentración afecten a los consumidores en la mayoría de los mercados. Esto se
relaciona con la variedad de insumos y productos de calidad que importamos a
menores costos, lo que se ve favorecido por acuerdos de desgravación
arancelaria y políticas de facilitación comercial.
Independientemente de si el mercado peruano está efectivamente
concentrado o no, ¿es esto resultado de fusiones y adquisiciones que buscan
poder monopólico para manipular precios y cantidades? No existe evidencia de
causalidad entre ambas variables.
La industria comercial peruana, por ejemplo, es reducida en comparación
con la de otros países. Esta, en 2015, generó US$ 72,007 millones, la menor
entre los países de la Alianza del Pacífico y que representa tan solo un 0.4%
con respecto a los países de la OCDE. Un análisis detallado muestra que, dado
el tamaño relativamente pequeño del mercado peruano, muchas de estas empresas
son aquellas que han logrado economías de escala y de ámbito[1].
Así, el control propuesto desincentiva y frena el desarrollo que las empresas
están alcanzando para competir internacionalmente. Un grupo “grande” en el Perú
no podría serlo internacionalmente y controlar su expansión limitaría su
competitividad desde el propio Gobierno.
Por último, es falso que esta medida no genere ningún costo al Estado.
Otorgar a la agencia de competencia estas facultades no es poca cosa. Alrededor
del 50% del presupuesto asignado a las agencias de competencia en el mundo está
destinado a dicha regulación. Y de acuerdo con la magnitud del presupuesto de
países como Chile, México o Brasil, el presupuesto estatal del Indecopi debería
aumentar un 145% para dotarla de personal y capacidades necesarias a fin de
abocarse a esta nueva tarea.
Al final, ser grande no es un crimen. Lo que está mal, y hoy está penado, es no dejar espacio para la llegada de competidores y concertar precios y cantidades, es decir, el abuso de la posición de dominio. Un mercado saludable es fruto de la eficiencia, no de aplicar ideologías intervencionistas. Enfoquémonos en promover las buenas prácticas en el mercado actual. Resultaría incoherente pensar que una ley que restringe actividades tenga como objetivo, justamente, el libre mercado.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Economía
- Competitividad
- Gobierno
DÉFICIT FISCAL DE 2024 SUPERÓ LA REGLA FISCAL Y ALCANZÓ UN 3.6% DEL PBI
En 2024, el déficit fiscal fue de un 3.6% del PBI, cifra que supera la regla fiscal establecida para ese año en 0.8 puntos porcentuales (pp). La menor recaudación esperada y el mayor gasto público fueron las razones detrás de este resultado.
- Economía
- Inversión
- Gobierno
SECTOR SANEAMIENTO LIDERA LOS PROYECTOS EN ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS ESTE 2025
Las asociaciones público-privadas son un mecanismo para mejorar la eficiencia en la ejecución de proyectos con participación privada. ProInversión, promotor de estas asociaciones, proyecta adjudicar 28 proyectos por US$ 7,634 millones al cierre de 2025, con 13 ya programados. Fortalecer estos mecanismos es clave para cerrar brechas en sectores como saneamiento y salud.