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…la Unión Europea viene discutiendo un sistema alternativo de solución de controversias en materia de inversión?
Por ComexPerú / Publicado en Diciembre 12, 2016 / Semanario 872 - ¿Sabías que..
Dado el
estancamiento sostenido y prolongado de las negociaciones multilaterales en
materia de comercio, cuyo desarrollo se da en el marco de la Organización
Mundial del Comercio (OMC), desde hace un tiempo somos testigos de un agresivo
esfuerzo de muchos países, con distintos grados de desarrollo, por negociar
acuerdos bilaterales de comercio, lo que genera el denominado “plato de
tallarines” (spaghetti bowl), debido
a la superposición de estos acuerdos.
Y más
recientemente, estas iniciativas bilaterales han dado paso a negociaciones multilaterales
que han formado bloques comerciales, los cuales vienen marcando la pauta del
comercio exterior. Entre ellos están las vigentes Alianza del Pacífico[1]
y Asociación Nacional del Sudeste Asiático[2]
(ASEAN, por sus siglas en inglés), los concluidos (pero aún pendientes de
entrar en vigencia) Acuerdo de Asociación Transpacífico[3]
(TPP, por sus siglas en inglés) y Acuerdo Económico y Comercial Global[4]
(CETA, por sus siglas en inglés), así como los aún en negociación Asociación
Económica Integral Regional[5]
(RCEP, por sus siglas en inglés) y Asociación Transatlántica de Comercio e
Inversión[6]
(TTIP, por sus siglas en inglés).
Debido a su
condición de acuerdos multilaterales de relevancia mundial, la mayoría de estos
procesos no han sido ajenos a críticas por parte de organizaciones usualmente
contrarias a iniciativas comerciales de gran envergadura. En especial, por el
sometimiento de las controversias en materia de inversión a tribunales
arbitrales internacionales, tal como lo disponen, con diferentes matices, el
TPP, el CETA y la TTIP.
Toda vez que, a la fecha, no existe un acuerdo multilateral en materia
de inversiones, la regulación de estos mecanismos de solución de controversias
se ha venido dando en el marco de las negociaciones de acuerdos comerciales[7].
En el caso del TPP, según la tendencia de acuerdos anteriores, se dispone el
sometimiento de las controversias en materia de inversión al Centro Internacional
de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial,
mecanismo de arbitraje internacional especializado en las relaciones
inversionista-Estado.
Ahora bien, desde su creación, el CIADI ha sido objeto de múltiples
críticas porque se considera un sistema que beneficia a las empresas en
desmedro de las capacidades regulatorias de los Estados, que permite que las
empresas planteen demandas contra los Estados, pero no lo contrario, y presenta
un tribunal arbitral único sin derecho a apelación. Asimismo, por generar
conflictos de intereses debido a que un grupo de profesionales del derecho
internacional ocupa las posiciones de árbitros y abogados defensores de las
partes en distintos casos, pero de manera recurrente.
Más allá de analizar la validez o no de estas críticas, lo real es que
han generado iniciativas destinadas a crear mecanismos alternativos al CIADI.
En el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), por ejemplo, se ha
creado un grupo de trabajo que viene discutiendo la creación de un centro
regional de solución de controversias en materia de inversiones.
De igual manera, tanto el CETA como la TTIP proponen la creación de un sistema
de tribunales de inversiones independiente, formado por un tribunal permanente
y uno de apelación, cuyo principal objetivo es garantizar las potestades
regulatorias de los Estados en materias como salud pública, seguridad, medio
ambiente, moral pública, protección social o de los consumidores, y promoción y
protección de la diversidad cultural; pero, a la vez, salvaguardar determinados
derechos de los inversionistas.
Así pues, se plantea que el tribunal permanente esté
compuesto por quince miembros nombrados por las partes, y no por árbitros
designados por el inversionista y el Estado demandado, como sucede en el CIADI.
Los miembros del tribunal permanente y del tribunal de apelación tendrán la
misma calificación que los de la Corte Internacional de Justicia, y deberán ser
irreprochables desde el punto de vista ético.
Finalmente, como parte de los referidos acuerdos, las
partes se han comprometido a sumar esfuerzos con otras partes interesadas a fin
de crear un tribunal internacional multilateral sobre inversiones, para lo que
se habrían convocado ya reuniones, a las que el Perú sería invitado. Estaremos
atentos al devenir de estas discusiones.
[3] Australia, Brunéi, Canadá, Chile, EE.UU., Japón, Malasia, México,
Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
[5] Australia, Brunéi,
Corea del Sur, China, Filipinas, India, Indonesia, Japón, Laos, Malasia,
Myanmar, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Vietnam.
[7] Años atrás, existió la
iniciativa de negociar un Acuerdo Multilateral de Inversiones en el marco de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que
finalmente se vio truncada por diversos motivos, como el secretismo de las
negociaciones, el rechazo por parte de organizaciones internacionales no
gubernamentales, la ausencia de los países en desarrollo, las posturas a favor
de la preeminencia de la legislación doméstica, el enfoque proteccionista a
favor de los inversionistas y no de los Estados receptores de la inversión, la ausencia
de salvaguardias ambientales, entre otros.
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