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MÁS DE DIEZ AÑOS PASARON
Por Rafael Zacnich / Publicado en Octubre 14, 2022 / Semanario 1140 - Editorial

En junio de 2012, el Indecopi inició de oficio una investigación por dumping en las importaciones de prendas de vestir y complementos provenientes de China. Dicha investigación estuvo plagada de errores metodológicos, aparentemente permisibles ante la normativa nacional, y aún así, pese a la exposición de argumentos técnicos que justificaban la no aplicación de medidas, e incluso con el voto en contra de uno de los comisionados, en diciembre de 2013, se impuso derechos antidumping a las importaciones de ropa originaria de China.
Por casi dos años, las empresas pagaron sobretasas en sus importaciones que superaron los US$ 21 millones, monto que finalmente el Indecopi les tuvo que devolver en vista de que el Tribunal de Defensa de la Competencia revocó la medida.
En el ínterin, recibimos a un grupo de empresarios textiles peruanos, quienes nos manifestaron que el antidumping impuesto por el Indecopi no había cambiado en absoluto la situación de los productores nacionales, es decir, no percibieron ningún beneficio en materia de competitividad, participación de mercado o ventas. Por tanto, nos solicitaron apoyo para impulsar acciones efectivas contra la subvaluación y el contrabando, delitos que no se corrigen con aranceles, derechos antidumping ni salvaguardias.
En reiteradas ocasiones, sugerimos a diversos organismos del Estado la atención urgente de estos temas, mediante un trabajo conjunto entre el Ministerio del Interior y la Sunat, para identificar a las personas que operan bajo estas modalidades delictivas. A la fecha, poco o nada se sabe de acciones adoptadas para contrarrestar esta problemática, mientras que aún existe el descontento de un sector de empresarios textiles, quienes tienen que lidiar con la informalidad e ilegalidad todos los días.
Paralelamente, persiste un grupo de políticos y empresarios que, aprovechando la problemática del sector, recurrentemente solicitan medidas de protección para la industria (salvaguardias), lo que juega con las expectativas del pequeño productor local, cuando está más que probado que estas no ayudan en nada.
Hoy, el sector textil viene recuperándose del impacto de la pandemia. Al mes de julio, la fabricación de prendas de vestir ha crecido un 32.2%, mientras que las exportaciones al mes de agosto, un 32.7%. Estos resultados dan cuenta de que sí se puede ser competitivos y aprovechar los beneficios del comercio exterior. Así, para que más empresas se beneficien, urgen acciones que alienten la formalización de empresas, la innovación, facilitar capital de trabajo, promover el uso de semillas certificadas de algodón para elevar la rentabilidad, atacar la subvaluación y el contrabando con medidas correctas, entre otros.
Más de diez años pasaron desde aquella intención proteccionista. Diez años durante los cuales, en más de una oportunidad, algunos insistieron en encarecer las importaciones y con ello, a su entender, ganar mercado, pero en desmedro del consumidor. Diez años en los que se pudieron implementar políticas de mediano y largo plazo en beneficio de un sector tan emblemático como el textil.
Ahora, ¿seguirán impulsando medidas proteccionistas por diez años más?
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