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¡PÓNGANSE LA CAMISETA DEL PERÚ!
Por Jessica Luna / Publicado en Junio 10, 2022 / Semanario 1123 - Editorial

La mayoría de los peruanos trabajamos día a día por sacar adelante a nuestras familias y soñamos con un país más próspero y con más oportunidades. Para hacerlo posible, debemos remar juntos con una visión clara y la única vía para lograrlo es impulsando el crecimiento económico. Para ello, se necesita la inversión privada.
Debemos convencer a grandes, medianos y pequeños empresarios que apuesten por nuestro país e inviertan su dinero en una fábrica, una mina, una bodega, un taller, un puesto en el mercado. Solo así se generará dinamismo en la economía, habrá trabajo, consumo y se pagarán más impuestos para que el Estado los invierta (ojalá fuera así) en servicios públicos de calidad. Para lograrlo se necesita generar confianza, estabilidad y reglas claras.
Los países compiten por atraer inversiones. Lamentablemente, nuestro Gobierno parece no entenderlo y, en lugar de ponerse la camiseta del Perú y mostrar la mejor cara, parecen ser nuestros enemigos.
En Davos, la vicepresidenta Boluarte, frente a inversionistas y líderes empresariales, criticó a la minería y la acusó de contaminar el medio ambiente, de ocupar espacios de las comunidades y, en un tono claramente agresivo, enfiló sus críticas contra la inversión en este sector.
Tenemos un Gobierno que, en un contexto de un ciclo alto de precios de minerales, que debería ser aprovechado para atraer inversiones y hacer de la minería un catalizador de desarrollo regional, solo viene jugando un rol de activo azuzador de conflictos sociales.
Según ECData, las paralizaciones mineras nos cuestan US$ 1,160 millones. Asimismo, indica que se han dejado de pagar US$ 348 millones en impuestos y regalías, recursos que no tendremos para invertir en salud, educación e infraestructura. Además, se dejaron de exportar US$ 470 millones. Así, la actual se convierte en la gestión con más paralizaciones mineras de los últimos 6 gobiernos.
La incapacidad que ha mostrado el Gobierno en 10 meses de gestión, la destrucción de la tecnocracia, la inestabilidad y la desconfianza nos están pasando factura. Nuestro país sufrirá una dura caída de la inversión privada y con ello se afectará el empleo. A eso se suman la falta de soluciones a problemas como la crisis alimentaria y la nula capacidad de reacción, lo cual hará de este el Gobierno del hambre y la pobreza.
En la esquina opuesta, vemos a nuestro vecino, Ecuador, donde el presidente, como bien lo ha comentado nuestro past president Alfonso Bustamante, invitó a un grupo de empresarios agrícolas peruanos para que inviertan en su país y así conocer las claves del boom agroexportador peruano. Esto incluye sesiones de trabajo para impulsar políticas que promuevan la competitividad del agro en Ecuador y, sobre todo, para que esos recursos, que la inversión privada genera para el fisco, sean invertidos eficazmente en favor de la población, a fin de cerrar las brechas sociales.
Es hora de que todos exijamos que el Gobierno se ponga la camiseta del Perú.
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