Page 35 - Negocios Internacionales

doctoral, y ya nos hemos olvidado de
las sanciones impuestas a Alfredo
Bryce Echenique y Hernando de
Soto por sendas infracciones a la
PI ajena. En nuestro Perú, cuando
este tipo de historias trascienden,
algunos se rasgan las vestiduras para
complacencia de sus redes sociales,
por lo general, utilizando calificativos
relacionados con las etiquetas de
“inmoral” o “falto de ética”, pero casi
nadie dimensiona el hecho como una
infracción que genera consecuencias
legales para su autor y perjuicios reales
para el titular del derecho y la economía
en general. En los casos más patéticos,
es la lucha contra la piratería la que
se percibe como algo negativo. Así
ocurrió cuando se detuvo la ilegal venta
del álbum del mundial Tres Reyes y
algunos consumidores y medios de
comunicación criticaron al Indecopi por
afectar al llamado “álbum del pueblo”.
¿Cómo combatir la piratería digital en
este contexto? Pese a que cada año
disminuye el consumo de contenidos
a través de formatos físicos y se
incrementa el consumo de contenidos
digitales2, las propuestas del Indecopi
para el fortalecimiento de la observancia
de los derechos de PI no abordan
este problema. Por ejemplo, no se
ha considerado que los ingresos por
publicidad son altamente relevantes
en el negocio de la piratería online, por
lo que se debería comprometer a las
pasarelas de pago en esta lucha.
La regulación por arquitectura también
puede ser una estrategia regulatoria
relevante. Diseñar el entorno del
ciberespacio mediante códigos de
programación que condicionan las
acciones de los usuarios puede ser un
arma muy poderosa para combatir la
piratería. Por ejemplo, la película Black
Mirror: Bandersnatch, exclusiva de
Netflix, le permite al usuario interactuar
con la historia y elegir entre distintas
opciones que pueden llevar hasta
a cinco finales distintos. Al intentar
subir el filme de forma “pirata”, no
resultó posible elegir entre las distintas
opciones que ofrece la trama. Esto
pasa porque la película fue diseñada
para que solo pueda funcionar en la
plataforma de Netflix. Los “piratas”
tuvieron que proyectarla sin poder
habilitar la opción de tomar decisiones
respecto de la trama. Así, los distintos
finales posibles aparecen uno tras
otro y la historia se vuelve confusa. El
usuario pierde la emoción de la historia
y de la experiencia interactiva, por lo
que prefiere no consumir la oferta ilícita. Muchas veces, sobre todo en el mundo
Por su parte, nuevos modelos de
negocio, en realidades como España
o Canadá, han mostrado altas tasas
de reducción de la piratería. Servicios
de streaming por suscripción, como
Netflix, Spotify, Amazon, HBO, etc., han
proporcionado acceso, fácil, seguro
y a bajo precio (incluso menor que la
piratería) a contenidos protegidos. Este
tipo de estrategias generan, en el corto
plazo, mejores resultados frente a la
piratería que otros mecanismos, como
el bloqueo de páginas web que son
rápidamente reemplazadas por otras
nuevas.
La sensibilización de los escolares y
estudiantes de educación técnica y
superior sobre la naturaleza ilícita y
los efectos nocivos que conlleva la
piratería también es fundamental para
luchar contra ella. El Estado debería
incorporar al Currículo Nacional
cursos de PI. Parte del trabajo de
sensibilización consiste en difundir
la sensación generalizada de que la
piratería sí gatilla la reacción efectiva
del Estado. Las consecuencias legales
negativas que asumirá un infractor
deben ser la sombra que lo atemoriza y
los castigos que se les imponga deben
ser ejemplares y difundidos.
Otra estrategia por explorar es vincular
al joven usuario con el daño que genera
la piratería al titular del derecho. Para
ello, debemos impulsarlo a ser titular
de derechos de PI y el entorno pirata
se encargará del resto. Entonces,
para ganar un aliado más en la lucha
contra la piratería, debemos generar la
mayor cantidad de titulares posibles.
El Estado debe impulsar la creación
de contenidos protegidos por nuestros
nacionales.
Asimismo, la ignorancia debe
ser identificada como una de las
condiciones propicias para la piratería.
digital, quien consume un contenido
no tiene cómo identificar su origen
ilícito. Por eso, se debe capacitar a los
prosumidores —que, en buena cuenta,
somos todos— en el uso de menciones
de reserva (© o ?) para que otro usuario
tenga la posibilidad de evitar incurrir
en prácticas de piratería inconsciente
(también llamada “piratería blanca”).
El consumidor de contenidos pirata
también ignora el riesgo que este uso
representa para su ciberseguridad.
Estamos pasando por un cambio
estructural en la historia de la civilización
y esto trae algunos desafíos. Uno de
los más importantes es la búsqueda
del equilibrio entre el libre acceso a
contenidos en internet y el respeto por
la PI. Y para eso se requiere dedicar
exactamente las mismas energías
con que se defiende el libre uso de
contenidos para el respeto al trabajo
de autores, productores y titulares de
derechos en general.
1 International Intellectual PropertyAlliance. “2018 Special 301
Report On Copyright Protection And Enforcement”. Pág. 144
(visualizada el 15 de enero de 2020).
2 De hecho, algunas estimaciones muestran que, desde hace
al menos tres años, las obras musicales en su versión digital
representan más de la mitad de los ingresos totales de la
industria de la música grabada en todo el mundo.