Page 63 - Negocios Internacionales

ESPECIAL COVID-19
El Perú declaró el estado de
emergencia y el aislamiento social
obligatorio por un plazo inicial de
15 días, que fue ampliado por 30
días adicionales. La obligación de
permanecer en los hogares forzó a
trabajadores, empresas y familias
a usar la tecnología para seguir
laborando, relacionándose con
clientes, adquirir alimentos y pagar
servicios para el sostenimiento del
hogar. Como nunca se había visto
en el país de manera tan dinámica,
se empezó a usar la tecnología de las
comunicaciones para comprar, llevar
a cabo el teletrabajo y que niños
y adolescentes estudien mediante
plataformas educativas.
Del mismo modo, las clínicas y
los centros de salud privados
establecieron canales de
comunicación digitales para la
atención de sus pacientes crónicos y
la entrega de medicinas, a fin de que
ellos no tengan que salir de casa y
exponerse al contagio del COVID-19.
Además, la tecnología permitió la
reconversión de algunas industrias
que, debido a las restricciones
impuestas, no podían seguir
operando de la misma manera. Un
ejemplo de ello son los aplicativos de productos, con la finalidad de que
interconexión digital de transporte de paquetes de primera necesidad,
pasajeros.
En efecto, la Autoridad de Transporte
Urbano (ATU) restringió los servicios
de los aplicativos para un gran
porcentaje de usuarios conductores,
lo que terminó afectando a los
ciudadanos que necesitaban
trasladarse para cumplir labores
consideradas esenciales durante el
estado de emergencia.
Por su importancia social, y en
momentos en los que se requería
que las familias permanezcan en
sus hogares, esos servicios debieron
haber sido considerados esenciales
para facilitar el traslado de personas
y alimentos, dentro del marco
del estado de emergencia. Así lo
entendieron países como España,
cuyas autoridades mantuvieron el
uso de los aplicativos de movilidad,
aunque con las restricciones propias
de la emergencia: traslado de
usuarios para compras de alimentos
y medicinas, para ir al banco y solo un
pasajero por vehículo.
Además de haber contribuido a facilitar
el aislamiento social de las familias en de trabajo de sus colaboradores. No
sus hogares, los aplicativos móviles
también facilitaron en otros países,
como Francia, el traslado de personal
médico e, incluso gratuitamente, de
pacientes que requerían atención
clínica y de trabajadores de los
servicios esenciales que necesitaban
desplazarse hasta su centro de
trabajo.
Con el transcurso de los días, fue
evidente que el sistema de transporte
público en Lima no se daba abasto
para atender la demanda con las
medidas de seguridad necesarias.
Ante esa situación, y como parte de
su compromiso social, Beat brindó
transporte gratuito a personal de
EsSalud durante este tiempo.
Sin embargo, ¿son estas las únicas
medidas que diversificarán a esta
industria? La respuesta a todas
luces es negativa. El ADN de las
empresas que nacieron como start-
ups es ciertamente la innovación y
su adaptabilidad al cambio. Un claro
ejemplo de ello es el ofrecimiento
de nuevos servicios de entrega de
las personas puedan enviar y recibir
encargos como medicinas y víveres,
o trasladar productos esenciales
de un lugar a otro durante el estado
de emergencia. Ese es el caso
de BEAT Envío, servicio lanzado
recientemente.
Ante el nuevo contexto generado
por esta pandemia sin fecha de
término y la obligatoriedad de
mantener el aislamiento parcial y la
distancia social, es imprescindible
la reconversión de las empresas
hacia la digitalización de su forma
de producción, de relacionarse con
clientes y proveedores y en la forma
hay otra alternativa que asegure su
sostenibilidad en el tiempo.
En efecto, el nuevo coronavirus
representa una oportunidad de
mejora en un país que cuenta con
el recurso humano y tecnológico
para hacer viable la diversificación
y digitalización de los negocios. El
mercado, golpeado por el aislamiento
social, continúa y la población requiere
de una serie de servicios para la
satisfacción de sus necesidades de
salud, alimentación y transporte.
Por tanto, no queda sino seguir
impulsando las mejoras que surjan y
tener como aliados a la innovación, el
recurso humano, los prestadores del
servicio inmediato (conductores) y,
por supuesto, el Gobierno.