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PORTADA: TURISMO
parte y firmante de la Convención de
1972.
Durante los años 2018 y 2019, la llaqta
de Machupicchu recibió un promedio
anual de 4,100 visitantes diarios.
Debido a la pandemia, desde el 16
de marzo, no ha recibido ninguno. La
recuperación será lenta y para volver a
las cifras de años anteriores se requiere Resulta evidente que la llaqta en
contar con las condiciones que permitan
una efectiva gestión del territorio,
con la protección del patrimonio y la
satisfacción de los visitantes como
interés máximo.
A pesar del arduo y permanente trabajo
del Ministerio de Cultura, a través de
la DDC Cusco y el apoyo de otras
instituciones comprometidas, en los
últimos años, el incremento turístico
no planificado ha generado situaciones
no compatibles con su conservación
y un consecuente detrimento de la
experiencia de los visitantes.
Si bien la adecuada implementación de
medidas de gestión en la llaqta, como
las recomendadas en el estudio de
capacidad de carga vigente, entre otras,
han logrado contrarrestar los impactos
negativos, la evaluación de las acciones
realizadas y los compromisos asumidos
con la Unesco han determinado que
el Ministerio de Cultura establezca la
capacidad de admisión a Machupicchu
en un máximo de 2,244 visitantes por
día. Este número se encuentra en
relación directamente proporcional con
las condiciones actuales de manejo del
sitio.
Por su parte, cuando se dé la
reapertura de la llaqta en noviembre de
2020 y en el marco de las medidas de
bioseguridad requeridas, la capacidad
de admisión responderá a un máximo
de 675 visitantes diarios (75 visitantes
por hora), lo que corresponde a un 30%
de la capacidad establecida. Dicha cifra
podrá incrementarse paulatinamente
en función a la efectividad del protocolo
de bioseguridad aprobado. La misma
situación aplica para la Ruta 05 de
la Red de Caminos Inka, que será la
primera en entrar en funcionamiento
y cuya capacidad de admisión será
de 120 visitantes diarios (50% de la
capacidad establecida).
particular no puede continuar siendo
vista como un espacio aislado y donde
se aplica un modelo concebido hace
más de cuarenta años. Se requiere,
para la consecución de los objetivos
de un turismo sostenible pleno, aplicar
la nueva visión en la gestión del SHM-
PANM dentro del contexto de una red
territorial, lo que implica la articulación COVID-19 ha generado incertidumbre
y conectividad con otros agentes
o destinos (con un énfasis hacia la
Amazonía), la puesta en valor de
monumentos y caminos prehispánicos
de la mano con la generación de
diferentes opciones temáticas, y el
diálogo permanente entre todas las
instancias o niveles de gobierno y el
sector privado.
Las herramientas imprescindibles
para la nueva visión son los
denominados “centros de visitantes”,
que corresponden a puertas de
ingreso al ámbito del SHM-PANM.
El de mayor importancia es el que
se construirá en el espacio donde
actualmente se encuentra el museo
de sitio Manuel Chávez Ballón, el
mismo que permitirá un manejo y
distribución efectiva del flujo turístico,
incluida la transmisión de información
preliminar que todo visitante debe
conocer (con el apoyo de nuevas
tecnologías y un énfasis en la
interpretación) y la diversificación de
rutas de acceso hacia el área nuclear
de la llaqta, lo que, sumado a un
monitoreo permanente del estado del
monumento, permitirá el incremento
de la capacidad de admisión.
A pesar de que la pandemia de la
y un desbalance social nunca antes
visto —y convertido al sector turismo
en el más golpeado a nivel mundial—,
debemos mirar al futuro y considerar
esta situación adversa como una
oportunidad para enfocar el turismo
en el país hacia la generación
de experiencias que evidencien
la búsqueda permanente de una
armonía entre el uso del patrimonio
como recurso turístico y su adecuada
conservación, sin olvidar que el
fundamento de toda experiencia es
el respeto por el lugar, y entre los
anfitriones y visitantes.