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18 NCOEMGEOXCPEIORUS
INTERNACIONALES
de esos contratos en estado puro.
Sirvieron a su propósito, pero si se fuera
a ejecutar obras similares, es seguro
que el equipo a cargo, tanto del Estado
como de los contratistas, propondría
precisarlos o modificarlos. ¿Por qué nos
quedaríamos con un contrato modelo y
nos perderíamos de adaptarlo a nuestra
realidad? Lo mismo ocurre con el
contrato del Proyecto de Modernización
de la Refinería de Talara, que toma como
base un contrato FIDIC modificado en
diversos puntos.13
En tal sentido, sería más adecuado
generar mejores modelos de contratos
nacionales, inspirados en las buenas
prácticas locales e internacionales,
que creer que un contrato modelo
internacional hará una gran diferencia.
Adicionalmente, al igual que con las
normas, sin dejar de lado la importancia
de contar con un buen contrato, lo
principal es que el equipo que lo aplica
sea razonable, competente, capacitado y
esté empoderado y comprometido.
De acuerdo con lo antes dicho, los tres
factores principales que menguan la
capacidad y calidad del gasto estatal
en materia de obras públicas son los
mencionados más arriba.
Cada uno de los tres factores es complejo.
Sobre los factores 2 y 3, me limitaré a
decir que para atacarlos es necesario
reforzar la carrera pública y que la CGR
se estructure de tal manera que proteja a
los funcionarios que apliquen el principio
de gestión por resultados. Lo mencionado
es sumamente difícil de lograr. La tarea de se busca satisfacer. También llama la
reforzar la carrera pública recae en Servir atención que, luego de tres años de
y la de lograr que la CGR sea vista como
un aliado de la inversión pública recae
en la propia CGR o en el Congreso. De
hecho, sería algo en lo que el Legislativo
podría tomar un rol más activo, en aras de
que su participación haga una diferencia.
En todo caso, queda claro que atacar los
factores mencionados es sumamente
complejo y difícil de lograr en el corto o
mediano plazo, y por ello alternativas
como las PMO, los acuerdos de Gobierno
a Gobierno y las JRD son importantes, al
menos para proyectos de envergadura
en los tres niveles de gobierno.
Considero que invertir en mejorar la
calidad en el ciclo de inversión , en
la fase de formulación y evaluación,
y en la fase de elaboración de los
expedientes técnicos , es algo que está
al alcance del Gobierno en el corto plazo Los esfuerzos para implementar BIM17
y no requiere mayores modificaciones
normativas ni cambios estructurales. En
cambio, sí requiere el fortalecimiento de tienen mucho que ver con mejorar los
capacidades tanto del sector público,
a cargo de dirigir el proceso, como del
sector privado, a cargo de elaborar los
estudios y expedientes, los cuales son
usualmente contratados con privados
cuando el proyecto es mediano o grande.
Como es sabido, uno de los principales
problemas en los proyectos de obra
pública es la relativamente baja calidad
de los proyectos aprobados y de los
expedientes técnicos. Por ejemplo, se ve
frecuentemente expedientes elaborados
en gabinete, lo cual genera que, cuando
el contratista realiza el replanteo y se
va avanzando con la obra, se genera
una serie de adicionales que generan
demoras, controversias y, eventualmente,
pueden llegar a hacer inviable la obra.
Otro ejemplo es la consideración de
diferentes alternativas técnicas para
desarrollar las obras, desde considerar
distintos materiales o tecnologías hasta
optimizar los requerimientos para que
calcen mejor con la necesidad que
publicada la Directiva 012-2017-OSCE/
CD, que establece la obligatoriedad de
aplicar un enfoque integral de gestión
de riesgos, el avance en dicho sentido
sea bajo. Si bien muchos de estos
puntos deben estar contemplados en
los contratos, no se pueden copiar de
otros proyectos, sino que deben ser
analizados y planificados en la fase de
formulación y evaluación, así como en la
fase de elaboración de los expedientes
técnicos e ingeniería. “Sobreinvertir” en
planeamiento e ingeniería difícilmente
va a ser un mal gasto.16 Por el contrario,
suele generar múltiples beneficios para el
proyecto. Queda claro que falta elaborar
proyectos de infraestructura con un nivel
adecuado de detalle y que hay que
mejorar los que ya han sido elaborados.
en las obras públicas, centradas en el
Plan BIM , son sin duda esenciales y
expedientes técnicos y la gestión de
proyectos, pero aún están en un nivel de
desarrollo inicial.
En un estudio realizado en 2015, se
indica que la sumatoria de toda la cartera
de proyectos identificados sumaba un
monto mucho menor que el de la brecha
de infraestructura. Por ejemplo, en el
sector de carreteras, se identificó que la
brecha era de US$ 31,850 millones, pero
la suma de los proyectos identificados
era de solo US$ 10,247 millones18. Es
decir, si el Estado decidiera ejecutar
inmediatamente todos los proyectos
identificados, ello no sería suficiente
para cerrar la brecha. Este dato nos
dice que falta elaborar proyectos y parte
de ello consiste en decidir cuáles serán
implementados como obra pública y
cuáles por las diversas modalidades
de asociación público privada. Falta
identificar las necesidades y pensar
cómo cubrirlas. Los proyectos contenidos
en el Plan Nacional de Infraestructura no
son suficientes para cerrar la brecha. En
buena cuenta, hace falta pensar más en
cómo cerrarla de manera concreta19.
Considero que, si solo se invirtiese
en revisar una vez más los proyectos
aprobados y los expedientes técnicos
antes de convocar a concurso, y en
desarrollar nuevos proyectos, solo
eso, aún sin cambiar nada más, haría
una gran diferencia. Incrementaría el