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INTERNACIONALES
o, a veces, consultar con sus mismos clientes o sus
stakeholders para que les provean de buenas ideas. Uno
no puede pretender que todas las soluciones estén dentro
del Estado en alguna dependencia, deberían implementarse
muchos más esquemas tipo Hackathones o esquemas más
ambiciosos como el Xprize, en el que se otorgan beneficios
al que dice cómo hacer algo con el mejor costo-beneficio
posible o cómo llegar a todos los rincones del país para
entregar materiales de enseñanza de las escuelas públicas.
Entonces, cuando se empiezan a soltar esos desafíos al
mercado en general, no importa de dónde venga la solución,
ya que podría provenir de la ciudadanía, de la academia o
de otro país inclusive. Esto es muy valioso y hay que saber
cómo conducirlo.
ES MUY IMPORTANTE QUE LOS JÓVENES
INGRESEN A LA POLÍTICA, PERO TAMBIÉN EXISTE
UNA GRAN NECESIDAD DE JÓVENES MOTIVADOS
Y CAPACITADOS EN EL SECTOR PÚBLICO. ¿CÓMO
CREES QUE SE PODRÍA ABORDAR EL TEMA?
A la gente que trabaja en el Estado y realmente se compra el
pleito de ser servidores públicos de carrera, yo los describiría
como héroes o heroínas, porque puedo dar fe de que
tienen una vocación de servicio impresionante y hacen un
sacrificio personal sintiéndose felices. Entonces, lo que yo
me pregunto es por qué la gente tiene que pasarla tan mal,
por qué deben pelear contra el sistema cuando más bien
este debería impulsarlos. Eso es un tema de reforma del
Estado para pensar, de modo que los funcionarios públicos
puedan aprovechar al máximo su potencial en favor de la
ciudadanía.
Es paradójico que el Estado reclame tanto en términos de
cumplimiento laboral al sector privado y que no sea justo
en ese sentido. Hay regímenes que son una suerte de
“sacada de vuelta” a las normas laborales. Yo pensaría
que el Estado debería ser muy cuidadoso sobre a quién
contrata y que no deberían darse los excesos que ocurren
en algunas entidades, donde hay un montón de personas
nombradas y que no están trabajando. Lamentablemente,
esa es la realidad, pero la gente que sí apuesta por el
Estado debería tener mejores condiciones que en el sector
privado, y ahora es al revés. Por ejemplo, me parece
increíble que una persona que se esté fajando por el Estado
al tomar decisiones importantes termine siendo denunciada
o demandada, y no tenga acceso a una defensa legal que le
permita hacer tranquila su trabajo.
¿CUÁL SERÍA TU MENSAJE PARA LOS
EMPRESARIOS DEL PAÍS?
Cuando se habla del milagro económico peruano, mucha
gente piensa que es una exageración, pero yo pienso que
tiene mucho de cierto en varios aspectos. Creo que sí hemos
tenido una performance económica extraordinaria y debemos
sentirnos orgullosos, pero hemos pasado a una nueva fase que
nos debe llevar a exigirnos mucho más en diversos sentidos.
Desde el sector empresarial, tenemos que preocuparnos
mucho más por el fortalecimiento de las instituciones en el
país y no solo por aquellas instituciones que tienen que ver
con el quehacer económico, como el Ministerio de Economía
y Finanzas y el Banco Central de Reserva del Perú, que
funcionan relativamente bien. La Junta Nacional de Justicia o el
Tribunal Constitucional y las alcaldías también deben funcionar
bien, y son instituciones que no se han mirado con tanto interés
por el sector empresarial. Hay que preocuparse no solo por
la reducción de la pobreza, sino por la movilidad social y la
igualdad de oportunidades. Debemos asegurarnos de que la
gente tenga oportunidades para alcanzar la prosperidad y que
no sea solamente un privilegio de algunos.
Yo creo que el Perú ha entrado sólidamente en ese camino.
Logramos un gran progreso en términos de reducción de
pobreza y consolidación de la clase media, pero seguimos
siendo un país muy desigual donde no es lo mismo nacer en
Lima que en provincias. Hay que pensar en cuáles son los
niveles mínimos aceptables para la provisión de servicios
como educación y salud en el país. Hay gente que solo
tiene acceso a un nivel de servicios educativos y de salud
paupérrimo, y eso es inaceptable. La gente no va a soportarlo
por siempre y quienes estamos en el sector empresarial quizás
hemos tenido la suerte de gozar una vida más privilegiada.
Probablemente, no nos hemos topado con eso, pero es algo
con lo que tenemos que empatizar. Los políticos a veces no
lo sienten, porque tampoco viven esa situación. Por ejemplo,
no están expuestos a la educación estatal, porque sus hijos
estudian en colegios privados y no experimentan ni siquiera el
tráfico porque tienen la posibilidad de pasarse los semáforos
en rojo sin problemas. Entonces, a veces uno siente que los
políticos no comprenden lo que realmente vive la ciudadanía
y creo que eso pasa también con los empresarios. Debemos
hacer ese esfuerzo por ser más empáticos y esa es una
recomendación más que necesaria en esta etapa del país.
* Entrevista realizada por Katherine Gutiérrez,Analista de Estudios Económicos
de ComexPerú.